
Infinitas escuchas en lugares muy diferentes, desde el encierro hasta la libertad de uno de nuestros primeros conciertos pandémicos… así ha sido (y continúa siendo) nuestra historia de amor con Espejismos, el disco que Calavera editaba en el 2021. Estas canciones que tomamos como un bálsamo reparador en un momento en el que solo se podía hablar de incertidumbre, han supuesto para nosotros una guía hacia lo bello usando como vehículo las composiciones de Álex Ortega.
Hemos dicho tantas cosas bellas sobre este disco que solo nos quedaba sentarnos a charlar con Álex sobre las canciones a ver si con una vuelta más a sus letras lográbamos hacernos con un tesoro oculto. Sentados en el camerino de La Cárcel, en su segunda parada en el segoviano Winter Indie City, le robamos los minutos necesarios para ello.
LBM- ¿Cuántos huesos musicales tiene esta calavera?
Álex– Pues yo lo consideraría un cuerpo completo: yo sería el cráneo y luego estaría mi banda, que es la que hace que se mueva todo el resto del cuerpo. Violeta al bajo, Juan a la batería y Urko a la guitarra y al sinte.
LBM- ¿Qué te dirías si vinieras del futuro hasta el presente?
Álex– Igual hasta me reconocería algo… me diría: “date cuenta de lo que has conseguido cuando creías que no ibas a llegar a nada”. Normalmente no te paras a hacer el ejercicio de pensar como estabas al principio, cuando no tenías nada y ahora tenemos el disco, fechas de conciertos… Estoy contento.
LBM- Si hubiera un Google Maps musical, ¿qué coordenadas tendría Zaragoza?
Álex– Pues no sé que tiene nuestra ciudad musicalmente hablando, pero sí es cierto que tenemos grupos top en muchas categorías musicales; Violadores del Verso en el rap o Kaseo, Amaral en el pop más mainstream, Niño Gusano en el pop más indie, Bunbury o Héroes del Silencio en el rock… me encantaría pensar que Calavera también tiene su espacio en esas coordenadas.
LBM- ¿Sigues perdiéndote en la ciudad?
Álex– Sí, siempre. Me encanta pasear y mirar. Por Zaragoza, por Madrid… siempre encuentro inspiración.
LBM- Si hubiera un festival en tu isla desierta, ¿cuál sería el cartel?
Álex– Pues me encantaría que estuviera Estrella Fugaz, Rufus T. Firefly para poder disfrutar de tocar juntos y me encantaría darle le oportunidad a alguien de Zaragoza que esté empezando, porque para mí eso es importante. No soy muy mitómano, así que el cartel es sobre todo por la calidad humana de las personas que tocarían conmigo.
«A medida que crecemos nos damos cuenta de que eso que ansías llega y pasa, a veces a toda velocidad, por eso hay que disfrutar del camino y de lo que estás viviendo.»
– Álex –
LBM- Confiésanos algo de lo que hayas salido huyendo y no te haya dejado igual.
Álex– Relaciones amorosas, seguro (risas). A veces pienso que a menudo tengo esas relaciones tormentosas para poder escribir sobre ellas (risas).
LBM- Y tú, ¿cómo ves el mundo?
Álex– Veo el mundo jodido pero con esperanza. Creo que brilla la cresta de la ola para poder darle un matiz brillante a las cosas.
LBM- Qué es preferible hacer con las malas hierbas, ¿cortarlas o dejarlas crecer?
Álex– Pues depende, es más una cuestión de si te gusta como quedan en el jardín… si no aportan nada, entonces es mejor cortar.
LBM- Todo llega y todo pasa ¿es un haiku personal?
Álex– Pues es una frase que dice mucho mi padre. Pensaba que era algo muy conocido y me he dado cuenta a raíz de la canción de que no, porque me preguntan por ello. A medida que crecemos nos damos cuenta de que eso que ansías llega y pasa, a veces a toda velocidad, por eso hay que disfrutar del camino y de lo que estás viviendo.
LBM- ¿Hay algún truco para echar el pie a tierra cuando todo te da vueltas?
Álex– Uff, no sé qué decirte. “Todo da vueltas si no me despiertas” así que el amor, o una persona especial sería ideal para que pararlo.