Pasamos por casualidad por delante de una tienda de aspecto diferente, un halo de misterio la envolvía, me sentí atraída irremediablemente hacia su interior. Poco, o más bien nada, conocía de Uke, o de su música, cuando entré por primera vez en Sebastian Melmoth.
Curiosidades, objetos de coleccionista, antigüedades, algún libro, música…El tocadiscos giraba, me detuve delante de un estante con varios singles y algún disco. En ese momento me fijé en que la chica de la portada era la misma que regentaba la tienda.
Sostuve en mis manos el último vinilo de Uke y el EP “Los niños terribles” y después de debatir con mi indecisión el single acabó viniendo a casa. Al llegar, por la noche, lo escuchamos mientras cenábamos, cuando terminó decidimos que debíamos volver a por “Yo era cigarro” y así fue. Comenzaba así una historia llena de música diferente.
El pasado sábado gracias a Tulsa Café y Verlanga, disfrutamos de su aperitiver teniendo como protagonistas al dúo, por un módico precio disfrutas de un acústico y de una cervecita o refresco, estos eventos nos encantan y por lo tanto hay que aplaudirlos. El café está situado en el barrio Valenciano de Benimaclet donde residen estudiantes universitarios, hay mucho movimiento y se respira arte e inquietud por las esquinas.
Por primera vez asistíamos a un directo del dúo, teníamos ganas tremendas de escuchar las melodías y letras que tanto habían sonado en casa y en nuestras cabezas.
El lugar, acogedor. El escenario se situaba delante de un ventanal, pequeño, pero más que suficiente, rodeado de mesitas y sillas que invitaban a los asistentes a que las ocupasen y disfrutaran. Al fondo, la barra, donde nos dirigimos y nos encontramos con Laura y Roberto que ya esperaban para dar el pistoletazo de salida.
Sobre las 20.30 comenzó a sonar la música, la atmósfera cambió, simplemente el café se llenó de magia. Laura, sentada al teclado con una preciosa capa de terciopelo, Roberto sostenía la guitarra de pie frente al micrófono, y con eso bastaba para que pudiesen emocionarnos.
“Uke en la policlínica bebé” puso el punto de partida con su inquietante letra y su pegadiza melodía. El dúo hizo un repaso por su último disco, paseó por los anteriores tocando “La última vez que me quisiste” introduciendo un fragmento de una canción del gran Leonard Cohen, versionaron“Atmosphere” de Joy Division y nos regalaron canciones nuevas que sonaron realmente bien, hay algo genial que se está cociendo en el horno de estos artistas y por supuesto nosotros no nos lo queremos perder.
Se agradece verdaderamente encontrar músicos con talento que hacen cosas diferentes, con letras ingeniosas, música melódica y pegadiza, suenan realmente bien en directo y te arropan entre susurros y acordes. Comentaron que realmente no se esperaban a tanta gente, estaban sorprendidos, tal vez no son conscientes de lo atrayentes que son. El sábado sentimos que fue un lujazo verles en un pequeño lugar, celebramos haber estado ahí, y auguramos una buena cosecha a este dúo que con un estilo minimalista es capaz de envolvernos, atraparnos, y engancharnos a su música.
Por todo lo que viví en este concierto, por como Uke llegaron a mi vida y se instalaron, recomiendo que te hagas con sus discos, porque para disfrutar de su música el mayor placer es detenerse en sus letras. Y sin duda la mayor recomendación es dejarse envolver por el encanto de UKE.
Autor; Mar Martín.
Fotos; Rafa Panadero.