
La noche elegida por Reikiavik para girar alrededor de El Sol, era sin duda una de las más complicadas de todo Abril en Madrid. Daño Universal ha ido dando pasos firmes, dejando cada vez más profunda su impronta en la escena musical, y por supuesto el carisma de sus integrantes ha ayudado a que el nombre de la banda se escuche resonar en aquellos lugares por los que han pasado. Por eso el reto de terminar un concierto y atravesar la ciudad volando para llegar a otro, nos parecía poco en comparación con el tesoro emocional que nos íbamos a llevar.
Poníamos un pie en El Sol, jadeando, pero con ganas. Nos encontrábamos con sonrisas, que esperaban a que poco a poco a todos los rezagados llegasen, y con la imponente Epiphone roja de Javi brillando entre un juego de luces perfectamente cuidado. A la altura de los grandes que han pasado por ese escenario, pero con un respeto enorme, desgranaban su Daño Universal para nosotros, nos lo entregan en pequeñas porciones para que tan solo nos quedase disfrutarlo a lo grande.
La diferencia con aquella primera vez que les veíamos en directo nos quedaba clara en su manera de moverse por el escenario. Cambiaban los nervios por una actitud segura, sabiendo que los que estábamos allí habíamos elegido a Reikiavik como el viaje seguro de la noche.
Será porque nos encanta ver como estos cinco chicos, que atesoran aquellas influencias musicales de las que beben, se dejan llevar por la importancia y la intensidad del momento, pero nos parecía que bajar al abismo con ellos era tan solo una de las muchas cosas por las que podíamos pasar, sin miedo, con los fantasmas bien conocidos y las cámaras enfocando directamente para que no se nos olvidase que estuvimos allí.
Como buenos acróbatas captaban nuestra atención, haciendo que mirásemos directamente a sus ojos para perdernos dentro de sus canciones. Demostraban que cada día tienen más claro cuales son los pasos a seguir, que van a seguir trabajando con ahínco para llegar a aquellos que aún nos les conocen, y que sin duda, harán que cuando decidas a dejarte llevar por ellos, tengas la sensación de que es la decisión acertada.
Por eso, si puedes, coge el primer billete, sea en el transporte que sea, para viajar a Reikiavik, porque ellos compensaran con su propuesta todo aquello que decidas haber empeñado para llegar hasta allí.
Autor; Shara Sánchez.