La espiral veloz de Dorian se arremolinaba entre las palmeras de la Riviera, en un esperadísimo fin de gira que terminaba en nuestro país para volver a la tierra del mezcal. Al dar el primer paso que separaba el mundo real del inventado por el grupo catalán, las frases más simbólicas de sus canciones, lucían sobre nosotros en forma de pegatinas, y puede que de alguna manera transmitieran aún más a todos los asistentes el impulso de cantarlas bien fuerte, haciendo de ellas bandera.
Con nosotros ondeando como un himno, y después de los chicos de Mirémonos, salían a escena Dorian, rodeados de esa oscuridad que les caracteriza nos mostraban suavemente lo efímero de todos los placeres que nos acompañarían durante la noche. Lo nuevo, y lo de siempre, muchas son las peticiones para un concierto de estas características, y Dorian supieron satisfacerlas todas con sus dos horas de Show, en el que el tiempo se midió de otra manera, más intenso, más lleno de vida.
Con una puntada precisa dada por Marc, su música se unía con un lema; Sí cada uno de los que esta noche habéis decidido acompañarnos, mañana le habláis a los que os rodean de la música independiente, habremos ganado un poco más de terreno a lo prefabricado, eso que procede de Mordor y la Estrella de la Muerte. Por cada uno de vosotros podemos ganar diez más. Con esa afirmación entre aplausos que le ensalzaban, demostraba una vez más que nada de lo que ocurre en nuestro país les deja indiferentes, y que como banda seguirán apoyando para que grupos de menor repercusión puedan llegar hasta aquellos que quieran escuchar algo que no es lo establecido.
Montados en veleros, que subían y se dejaban caer a las horas bajas, nos graduábamos en Estudios de Mercado. Habríamos accedido a que nos llevasen a cualquier otra parte para ver amanecer junto a ellos, y que así, el delicado tocar de Beli, hubiese durado una eternidad que tuviese como broche su sonrisa. Y debían sentirlo, pues el bis llegaba cargado de intensidad. Pero si aún así la noche nos parecía corta, el regalo de bajar a tocar entre el público, sellaba el hasta luego mirando a los ojos y eliminando la distancia con aquellos que han seguido sus pasos fielmente, esos que tiene alma.
Una vez más, nuestro viaje a la Velocidad del Vacío terminaba, y había que volver a poner los pies sobre el mundo real. Pero con la sensación de que en este disco, Dorian siguen el camino hacia la consagración que empezaron hace ya tiempo. Definitivamente nosotros somos de los que no nos juntamos con gente sin alma.
Autor; Shara Sánchez.