Mis Documentos es algo más que una colección de libros: es una pequeña parte de la historia musical de nuestro país. Muchos de los que marcaron nuestra vida poniendo banda sonara y cantándonos las cosas de forma que nos sonaban muy cercanas, ahora nos hablan de lo que había detrás de todo aquello.
Álex Díez ha transformado un sueño en una realidad de papel. Palpables y llenos de anécdotas, estos libros nos transmiten lo que sus autores no pudieron contarnos con música.
Jaime García Soriano, vocalista y guitarra de Sexy Sadie, Nani Castañeda, batería de Niños Mutantes e Isa Fernández, voz y guitarra de Electrobikinis, han sido los últimos en firmar sus historias para la editorial Chelsea, que ya cuenta con un gran número de títulos. Seguro que los encontrarás perfectos para descubrir la sinceridad de sus narradores.
LBM – ¿Qué es lo primero que pasó por vuestras cabezas al recibir la llamada de Álex, el ideólogo de esta colección?
Nani – A mí me hizo muchísima ilusión, porque tenía muchas cosas escritas y quería darles salida de alguna forma. Mi planteamiento inicial fue ir haciéndolo poco a poco para ir regalando estos escritos con un diario en Granada, pero entre medias se cruzó esta idea y me gustó. Vamos, que en ningún momento me agobié.
Isa – Yo sí. Inicialmente me gustó mucho, pero al pensar en el formato me dio mucho respeto. El libro siempre es percibido como algo más elevado, también te sientes un poco intruso porque no es tu disciplina. Ha sido muy bonito hacerlo y los días que estamos pasando los tres juntos, están siendo maravillosos.
Jaime – Por mi parte, había visto la colección de libros y me parece una idea genial que alguien se haya dedicado a poner en un libro esos detalles que quedan fuera de la visión general. Un punto añadido es que alguien quiera hacer algo así y no lo haga con personajes de talla reconocida a nivel global como pueden ser Bunbury o Alaska. Hay muchas historias de músicos que deben ser contadas. Yo llamé a Álex porque tenía cosas escritas que me apetecía que formasen parte de algo, sobre todo para los fans de Sexy Sadie.
LBM – Cada uno de vuestros libros, ¿lo habéis firmado en clave de mi menor o de mi mayor?
Nani – Yo en mi menor. No pretendo hablar de mí, aunque todos plasmamos algunos rasgos de nuestra personalidad, es más de música, de Granada, quiero reactivar aspectos dormidos de la música en mi ciudad y espero que el libro me ayude a hacerlo.
Isa – Pues en mi menor también. No quería contar mi vida, supongo que pensaba “¿a quién le va a interesar mi vida?”. Si quería dejar el mensaje en todo lo que he recopilado que es muy importante luchar por las cosas que uno quiere. La vida va haciendo que las ilusiones y los sueños se vayan quedando a un lado porque te vas llenando de cosas de adultos.
Jaime – A mí, el mi menor es un acorde que me encanta. La diferencia musical entre el mi menor y el mi mayor es que el menor tiene un componente triste, algo melancólico. Eso está en el libro, hablo de lo triste desde la perspectiva de un chico muy joven que quiere salir adelante en esto de hacer música.
LBM – ¿Cuánto de autocorrección has usado en este relato?
Nani – Mogollón (risas). Entre el auto corrector y la censura personal, he tenido que leer las cosas muchas veces y me he agobiado un poco. Hay un momento en el que piensas que todo es horrible; es muy peligroso leer las cosas muchas veces para ver que suenen de forma que quieran decir lo que estás pensando.
Jaime – Me di cuenta de que repetía muchas veces “me la suda” (risas). Le dije a Álex que había que cambiarlo, pero solo por no repetirme. Me he dado cuenta de que escribo como hablo.
Isa – Lo corriges mil veces y la siguiente lectura ves que se te han escapado cosas.
LBM– ¿Qué da más vértigo al reflexionar sobre una carrera?
Jaime – A mí sobre todo recordar lo cafres que éramos los Sexy Sadie durante muchos años. En la distancia aún me asombro de seguir vivos y poder pensar serenamente, porque era, como dice la expresión, “pa´habernos matao”. No sé como nos atrevimos si quiera a grabar el primer disco, si hubiésemos esperado estoy seguro de que con los dos primeros discos hubiésemos conseguido sacar uno solo del que yo ahora mismo estaría orgulloso.
Nani – Lo que más vértigo me da es hacer recuento de las horas que me he pasado metido en una furgoneta los diez últimos años de mi vida.
Isa – Pues yo creo que mirar atrás y darte cuenta de que hay personas con las que has compartido banda, y con ello muchos sentimientos, trabajo, tiempo… ahora son para mí auténticos desconocidos. Da mucha pena.
LBM- Al ordenar tus documentos ¿has dejado alguno fuera por voluntad propia?
Nani – Yo no. Le pasé a Álex todo lo que tenía y fue él quien eligió lo que más le gustaba, porque todo no cabía. La verdad es que ha sido muy fácil entre nosotros.
Isa – Yo me he cortado un poco con algunos temas de drogas, no quería que mis padres se asustasen demasiado al leerlo.
Jaime – Para mí el momento de las cartas generó un poco más de indecisión, porque al leerlas no me reconocía. Dos colegas con veinte años que se echan de menos, con su jerga correspondiente no siempre puede ser comprendido.
LBM- ¿Cómo le contaréis a vuestros nietos “yo escribí un libro”?
Jaime – Yo prefiero que lo encuentren mientras exploran en la estantería. Mi hija mayor, lo coge, lo mira y lo deja. Ella no tiene todavía el interés de leerlo de forma completa y creo que es bueno, porque estoy seguro de que llegada una determinada edad lo tendrá.
Nani – El mío está dedicado a mis dos hijos y estoy deseando que lo lean (risas).
Isa – Yo también pienso que lo descubran por sí mismos.