Bajo un neón que rezaba su nombre, y con una Riviera abarrotada salían a escena los catalanes Love Of Lesbian. Aplausos y vítores les jaleaban, pero sin duda la aparición de Santi Balmes era la más aclamada entre los presentes. Una vez más, habían conseguido colgar el cartel de Sold Out, y revolucionado las redes sociales pidiendo entradas.
El concierto estaba anunciado como el fin de esta primera etapa de La Noche Eterna/Los días No Vividos, pero como ellos mismos confirmaban ahora llega la mejor parte; terminados los festivales, las salas serán su destino.
La noche eterna comenzaba, y así el delirio de los presentes en el concierto. Globos con formas de corazón llegaban hasta Balmes mientras él, jugaba, devolviéndolos al público. El Show de Love of Lesbian volvía a brillar en Madrid, y esta vez con la promesa de no dejar a nadie indiferente, con un “Bienvenidos a la noche eterna” el maestro de ceremonias, con camisa y corbata encendía la mecha. Avisaba de que podrían haber abierto nuevas fechas en Madrid, pero preferían hacer un solo concierto, tan increíble que fuese recordado durante años, y que los allí presentes, pudiesen decir “yo estuve allí”.
Rápidamente temas de este nuevo trabajo, como Belice, se mezclaban con los antiguos y las ovaciones, al escuchar de la mano de los protagonistas que el siguiente tema sería La Niña Imantada, Carta a todas tus catástrofes, o el emocionante Domingo Atromántico, porque como bien sonó por el micrófono de Balmes, todos los presentes se habían convertido en Seres únicos.
Para Me llaman Octubre, se quedaban en la intimidad, Julián y Santi, acompañados de Charlie Bautista, al acordeón, pues es de sobra conocido por todos, que cuando el grupo se deja acompañar sobre el escenario, no solo lo hace por personas afines, sino por grandes músicos.
Tocaba tras esa atmosfera tranquila y pausada, volver a poner en marcha los aplausos y las ganas de bailar, y para ello, por primera vez, y para hacer a los madrileños que se sintieran especiales, interpretaban Pizzigatos. La historia de amor de Bala, el gato siamés, era suficiente para que La Riviera volviese a cambiar el ritmo.
Ya estaba claro que el Set List iba a ser tan extenso que iba a cubrir la satisfacción de todos, los más marchosos, y los que adoran las extrañas canciones de amor que escribe Balmes. Empezábamos a tener bien claro que podríamos afirmar YO ESTUVE ALLI!!
Antes del “subidón” de Algunas Plantas, y como anécdota de la noche, Uri sacaba su móvil para grabar a los presentes, y se lo dejaba encendido creando interferencias.
Con Toros en la Wii, empezábamos a pensar que sí, que se terminaba todo, acunados en el faaanntaaaastico cántico que dejaron al desaparecer tras las cortinas, pero aun así nos sugirieron que gritásemos fuerte. Y armados con una botella de Champagne, salían de nuevo, para brindar por el cumpleaños de Balmes, y regalarnos algo que era diferente hasta la fecha. Despedían el concierto con la parte más íntima. Tranquilos y con el corazón de los presentes en sus manos anunciaban que volverían para “reencontrarnos de forma inesperada en noche azul”, al grito de “Sí, ya lo verás”.
No queda duda de que, nos veremos en este “No Festival Tour”. Os esperamos en las Salas!!