Cada uno de los pasos que The Low Flying Panic Attack han dado desde el momento en el que Marta Brandáriz y Javi Martín Balsa decidieron reunirse para crear música juntos, les han llevado sin atisbo de dudas al punto álgido en el que se encuentra la banda en este momento. Calmados pero sin tregua han ido sembrando acciones que les han reafirmado dentro de la escena musical madrileña, quedando así en el pasado todos los proyectos en los que habían participado con anterioridad y logrando que TLFPA despuntase sobre ellos con naturalidad. Con la incorporación de Sebas y Alfonso a la banda obtuvieron, sin lugar a dudas, la atmósfera concebida previamente para cabalgar de forma impecable entre lo eléctrico y lo orgánico.
Sin haber permitido que nuestra atención se desviase en ningún momento nos ponen en bandeja su segundo EP, Un Segundo de Ciencia Ficción, resultante de un trabajo de precisión milimétrica donde la temática se acopla a la perfección con la música. Cuatro canciones bajo las que se encuentra lo más selecto de la ciencia ficción y que nos muestran una banda centrada en hacer música de calidad más allá de los sonidos simples que puede demandar la mayoría. No busques etiquetas como psicodelia o sonidos espaciales, se quedan demasiado cortas para hablar de las capas que contiene cada una de las canciones. De nuevo Marta y Javi se han repartido las voces, los graves y los agudos de forma equitativa pero alejada de lo que podríamos esperar en un primer momento. Las expectativas que sí se cumplen son las que traen implícitas en sus referencias. No es necesario dar nombres, no te creemos tan iluso, seguro que en cada escucha has logrado identificarlas.
Ahora bien, si te has centrado en dejarte llevar, volando entre la distensión que provocan estas canciones, te retamos a que examines paso a paso las letras que se esconden en un segundo plano, porque lo que hay al otro lado es demasiado vital como para dejarlo pasar.
Tal vez, si estás escuchando este EP y no has logrado conectar con ellos es que no le has prestado la atención que demanda. Porque sí, este es el EP que Deckard querría escuchar.