Conocimos a Ana cuando su nombre era el 50% de una banda que nos contaba y cantaba desde el noreste de España. Parece que cien años hayan pasado desde aquellos días, y miles de experiencias se hayan acumulado en una chica que nos canta bonito, y ahora además nos cuenta la vida a través de poesía y fotos.
Para alguien que se autodefine como una chica con una guitarra nos hemos dado cuenta de que hay mucho más detrás de eso que ella misma pone en su tarjeta de visita. Dice ser adicta a las bombas de humo pero detrás de esas “tretas” siempre está ella, sincera y directa.
LBM – ¿Para cambiar la tilde de sitio hay que saber a la perfección las reglas de la ortografía?
Ana – Pues al final he optado por escribir la palabra sin tilde, así que me libro de la primera pregunta (risas). Si queréis os cuento: estaba dedicada a una amiga que se apellida Gené y en ese caso las reglas se aplican tal cual, pero es una persona muy generosa.
Es una incongruencia que ahora mismo os cuente esto, pero como precisamente para evitar esta pregunta en las entrevistas y para no contar detalles íntimos de por qué le dedico esta canción, pues aunque mi amiga se llama Helena Gené y es tan generosa que le dediqué la canción pues lo voy a dejar en: tal como se escribe la palabra, para que no dé lugar a equívocos y yo no tenga que entrar en explicaciones de por qué esa tilde que de repente provoca extrañamiento.
LBM – ¿Qué es lo que hace que tu visión del mundo no se vea; se escriba?
Ana – A mi me gustaría saber pintar o dibujar. Me gustaría muchísimo y no sé. De todas formas, mi visión del mundo sigue entrándome (supongo que como a cualquiera) por los ojos. A mí me entra el mundo por los ojos, quizás más incluso que a través de los sonidos, otra cosa es como lo procese luego.
LBM – ¿Los versos olvidados y las melodías perdidas solo se curan con…?
Ana – Memoria.
LBM – ¿Crees que la generosidad se ha convertido en una aplicación más, que instalas o desinstalas cuando te conviene?
Ana – A mí la generosidad me parece un valor que, si se ha perdido, en cualquier caso hay que recuperarlo. Me parece que en tiempos de crisis y aunque no hubiera crisis, es lo que nos hace salir adelante. Esto va a sonar un poco como a filípica de iglesia, pero solo es capaz de ser generoso quien es generoso consigo mismo. Y me parece que vivimos con el riesgo de que suene a filípica en un momento de mucho hedonismo; pero un hedonismo mal entendido, que nos hace vivir de espaldas a la muerte, la enfermedad… A mí me parece que es un hedonismo confuso y que la generosidad también es hedonista, porque en el fondo hacer el bien a los demás como te proporciona placer a ti, es egoísta.
LBM – Un top cinco de canciones para revelar un secreto bonito a alguien bonito.
Ana – Me suena esta pregunta, habéis entrevistado a Cyan, ¿verdad? Porque lo leí y pensé: “¡Madre mía! ¡Si alguna vez me hicieran una entrevista así, no sabría por donde salir!” (risas) Así que espera que lo voy a pensar. Es que no tengo secretos bonitos: las cosas bonitas las digo y me guardo los puntos oscuros.
Espera, os lo voy a argumentar: ayer cogí el Iphone y grabé una nota de voz con una canción de un grupo de Zaragoza que se llamaba Bronski, que a mí me gustaba mucho. La canción se llama “Tú eres yo” y la utilicé para contarle a alguien un secreto. A grandes rasgos se podría decir así, sin entrar en pormenores. Estaba ensayando y surgió así.
Cuando hay una canción dedicada a alguien es porque le quieres decir algo que quizá no te atreves a decirle en la vida real, o que sí te atreves pero se lo quieres decir de una manera más velada. Yo en esta nueva etapa, aunque considero que he dejado el amor y el desamor de lado y me centro en otras cosas, sigue habiendo mensajes para personas que en algún momento inspiraron letras de amor. Y sí que es como si fuera un secreto, quizá porque ha pasado el tiempo y la distancia y han pasado un montón de cosas. Ya no tiene sentido decir que te sigues acordando de algo, entonces es como un secreto que me guardo a mi misma pero que lo comparto con los demás. Hay una canción del nuevo repertorio que se llama “UK” que se la compuse a una persona mientras estaba en Inglaterra y la toco con ukelele cuando lo llevo. Y eso sí que es un secreto que yo le confesaba explícitamente en esta canción.
Otro secreto es, cuando estás viendo por fin a uno de tus grupos favoritos en directo y cantas las letras de las canciones, para mí eso es como estar cantándoles a ellos la alegría que te proporciona estar viéndolos en concierto. Me acuerdo de un concierto de Standstill que viví muy intensamente y tuvo momentos de compartir ellos con el público y nosotros con ellos. Recuerdo en la de “¿Por qué me llamas a estas horas?” o en la de “Cuando ella toca el piano”, la primera vez que las oí en directo fue en un concierto en el que no podía moverme, ni saltar, ni bailar porque estaba recién lesionada de la rodilla y fue diferente porque yo en los conciertos de Standstill no toco suelo: voy gritando, volando, saltando por ahí… y en ese momento no podía. Eso me obligó a asistir al concierto de una manera reposada, de estar más atenta a lo que pasaba en el escenario. Recuerdo haber cantado “Cuando ella toca el piano” para mis adentros y también en voz alta como si les estuviera dando las gracias por decirme que todo va a ir bien y ese tipo de cosas. Para mí en ese momento ellos eran la chica del piano.
Una vez le dije a un familiar a través de una canción que tenía miedo de que se muriera. No era una canción mía, pero cuando una persona cercana a ti está pasando un momento delicado, existe el riesgo de que muera, tienes que aparentar que todo va a ir bien y tienes que esconderte para quitarte las lágrimas, pues recuerdo transmitirle ese miedo a través de una canción. No es un grupo que tenga muy escuchado, pero es la canción que me vino en ese momento: “Autoconversación” de Pasajero.
Yo creo que entre músicos se da mucho el compartir canciones con sentido velado, con sentido oculto. Porque a mí, si hay algo que no me gusta, es compartir canciones con alguien y preguntarme si tienen indirectas. Yo los secretos prefiero que no me los digan por medio de canciones, o por lo menos que me avisen de que tienen mensaje.
Hay un amigo al que tengo mucho cariño que se llama Juan pero yo lo llamo “One” porque para mí es el number one. No somos amigos súper cercanos y a mí me da a veces un poco de pena porque es un chico con el que me gustaría vivir un montón de cosas. Siempre utilizamos la música de excusa y ambos compartimos un artista fetiche que se llama Lone Wolf que es de Inglaterra y nos gusta mucho a los dos. Cualquier pequeña noticia que surja a propósito de este artista, que son pocas porque es poco conocido en España, me sirve para mandársela y es mi manera de decirle que le echo de menos y que es bonito que por lo menos tengamos este punto en común.
¡Y estos son mis cinco ejemplos!
«A mí me entra el mundo por los ojos, quizás más incluso que a través de los sonidos» - Ana Muñoz -
LBM – ¿Cómo defines la poesía de lo auténtico en un mundo que carece de verdad?
Ana – Es que para mí, la poesía por definición tiene que ser auténtica, lo demás creo que se cae por su propio peso. Para mí no hay nada más auténtico en el mundo que la expresión artística, pero cuando sale de dentro, no cuando la concibes de cara a publicar o a exponerla delante de un público, eso ya viene después. No hay nada más honesto y más transparente que sentir algo y tener la necesidad de expresarlo. Y ya os digo: yo si supiera dibujar, dibujaría. Solo se dibujar cerditos, casas, árboles… pero con eso no voy a ninguna parte (risas).
LBM – Un consejo útil, una manía divertida y una palabra inventada por ti.
Ana – ¡Ay qué guay, me encanta esto!
Un consejo útil: ten siempre a alguien a quien podrías dejarle las llaves de tu casa. A mí a veces me ha pasado: cuando llegas a una ciudad nueva o te sientes solo y piensas que no tendrías a nadie a quien dejarle la llave… Además que yo soy capaz de salir a la calle con las zapatillas de ir por casa porque se me ha olvidado… Alguna vez me ha pasado. Y siempre me da mucho miedo lo de dejarme las llaves dentro de que casa. Es un pensamiento que recuerdo en concreto al mudarme de casa: “Es que si me dejo las llaves no tengo a quien pedirle la copia…”.
Una manía divertida… Pues mis pedales de guitarra que son todos rojos. Esto me genera comeduras de cabeza porque no basta con que sea rojo, tiene que ser rojo y tiene que ser bueno. Y me las he visto y me las he deseado para encontrar un afinador rojo. Aunque hay empresas dedicadas a maquear los pedales: un amigo tiene un pedal súper guay, de Raúl el del Real Madrid, es morado y muy bien logrado. Creo que quien los hace es alguien del grupo “Odio París” y es un tío que se dedica a maquear pedales. Total, que es mi esperanza porque sé que Obi Wan Kenobi si alguna vez no encuentro el pedal rojo, él me lo va a pintar. Pero me compré un afinador y le tuve que poner gomets rojos para que conjuntaran.
Y una palabra inventada por mí… Me gusta mucho ya no inventar palabras porque no tiene gracia si nadie sabe el significado, pero sí añadirle el superlativo a palabras que no lo tienen porque quieres decir que algo te parece maravillosísisimo. Pero palabra inventada así como tal… Puede servir la de mi ciudad: “Zaragotham”. Creo que no he sido yo la inventora, pero me lo podéis acuñar (risas).
LBM – ¿Es mejor coger el amor y volar cuando la correa que nos une aun es fuerte?
Ana – Si es correa, no es amor. Entonces mejor irse volando cuanto antes.
LBM – ¿Te parece que aparecer en el momento justo siempre ayuda a no desaparecer?
Ana – A mí es que me gusta bastante desaparecer, soy experta en bombas de humo (risas). Ya veréis cuando veáis el videoclip de “Generosa” que hay bombas de humo a punta pala. Pero desaparecer está bien. Yo reivindico desaparecer, y aparecer, claro. Es que esta mañana he leído que decían “El Diablo no es invisible, es transparente” y algo de eso sería.
LBM – Recomendación musical.
Ana – Este verano a raíz de una circunstancia trágica volví a escuchar a Blows, que los tenía bastante escuchados y los he redescubierto. Y recomiendo el disco que tienen, “Ejército de fantasmas”, a pesar de que sea un grupo disuelto hace un año. Me parece que es un EP al que regresar y redescubrir porque me parece muy, muy, muy bueno.
Y por barrer para casa, me gusta muchísimo una chica con guitarra de Zaragoza que se llama Minerva aunque su nombre real es Miriam y me parece una bestialidad. Y ella sí que está en activo.