Con la valentía que aporta sacar un nuevo trabajo que luzca un nombre homónimo, Borja Mompó deja atrás los días de escenarios rodeado de sus compañeros de fatigas en Modelo de Respuesta Polar y se presenta frente a nosotros sincero, solo armado con su guitarra. Nuevos tiempos, nuevas canciones y un EP íntimo y preciosista donde, como ya pasaría en su anterior etapa, las letras desgarradoras son capaces de clavarse para siempre en alma de quien lo escuche.
Nadie es indiferente a la incertidumbre actual que asola las salas, por lo que es más que probable que el acto de valentía que abandera este nuevo trabajo, vaya más allá de la tabla de salvación que supone para nuevos y antiguos fans, es probablemente uno de los impulsos más sinceros de mantener un circuito en el que las prioridades son el sonido y la atención.
Este miércoles 6 de octubre, Borja hace parada en la madrileña sala Vesta y nos parecía el momento perfecto para compartir con él unas palabras sobre las cinco canciones que componen su EP.
LBM- ¿Dónde acaba Modelo de Respuesta Polar y dónde empieza Borja Mompó?
Borja– De alguna manera siempre han estado ambos ahí. Mi forma de componer las canciones no ha cambiado, continúa siendo guitarra y voz, pero sí que he sentido que ahora era el momento de arreglarlas con otras personas y hacer las cosas de otro modo. Con MdRP hemos viajado mucho y sin parar y había también esa obligación por la situación actual y un poco por ganas de cambio de hacerlo así. Podríamos decir que era un “a ver qué pasa si tomo este camino” pero muy natural y sano. Me ha ayudado mucho a salir de las cosas que consideraba cómodas para explorar y ver qué era bueno para mí.
LBM- Este EP lleva tu nombre y apellidos ¿es el trabajo que mejor refleja tu verdadero yo hasta la fecha?
Borja– Bueno, de alguna manera quiero pensar que cada vez escribo, toco y compongo mejor… es cierto que al no estar respaldado por un grupo de cinco personas, que aportan sus gustos e influencias, el canal de comunicación es bastante más limpio. También al ser solo guitarra y voz, parece que las letras llegan mejor. Ha sido muy gratificante ver la respuesta de la gente entendiendo perfectamente de donde vienen las cosas que escuchan en las canciones.
LBM- ¿Habrá una edición física del disco?
Borja– Pues varias personas me han propuesto hacer una pre compra del disco y, la verdad, me ha dado que pensar. Cuando me lancé solo a esto no lo valoré en absoluto, pero a raíz de que me lo hayan dicho he empezado a darle vueltas.
LBM- Bueno, pues nosotros queremos una copia (risas).
Borja– Anotados (risas). Recuerdo el crowdfunding de Dos Amigos y fue algo épico. Nos sentimos ilusionados y arropados.
LBM- ¿Ahora te divierte ser quién eres?
Borja– La vida son etapas, aunque suene a tópico. En mi caso esas etapas van siempre muy ligadas a la ciudad en la que vivo, o al proyecto en que esté metido… ahora estoy muy a gusto con ambos puntos. Soy muy comedido, me gusta alegrarme de las cosas, pero con distancia y sin perder la perspectiva para no llevarme tantos golpes. Voy por la vida a velocidad crucero (risas).
LBM- ¿Está infravalorado el amor romántico en la actualidad?
Borja– Pues yo soy una persona que ha vivido muchas historias entre dos paradas de tren y en apenas unos minutos, a mí me han hecho muy feliz. He disfrutado mucho de ir haciendo realidad esas cosas que imaginas en tu cabeza cuando te empieza a gustar alguien.
LBM- ¿Nos preocupamos más por “dónde cojones vamos a ir” que por el lugar dónde estamos realmente?
Borja– Un poco sí. Hace unos días leí que teníamos “exceso de futuro” y me sentí muy identificado. Suelo preocuparme de lo que va a pasar, de dónde voy a estar… creo que es algo generacional y de estatus social.
LBM- ¿Cómo eran las pelis de antes?
Borja– Esa frase rememora algunos momentos bonitos del pasado. Lo he querido manifestar de ese modo porque muchas veces no somos conscientes de que estamos disfrutando de ese momento preciso y nos olvidamos de valorarlo. A mí, incluso con gente recordándome que estaba viviendo algo maravilloso, se me ha hecho difícil disfrutar esas cosas.
LBM- En esta conversación ha salido mucho la nostalgia… ¿era tu intención que sonase un poco a eso?
Borja– Pues es posible. Siempre me ha gustado mucho una frase de Drexler que dice: “la vida puede que no se ponga mucho mejor que esto”. A veces no pensamos en que puede ir todo a peor o en que tal vez estemos en la cúspide.
LBM- Cuéntanos, ¿cuál es ese refugio al que vas cuando te falla todo?
Borja– Me abrazo mucho a mis amigos, aunque a veces también me encierro en mí, porque me gusta la soledad. Es cierto que en los últimos tiempos, he aprendido a no querer estar tanto solo.
LBM- Y por último ¿cuál es el truco Mompó para no sentirse solo en el escenario?
Borja– Abrazarme a mi guitarra (risas). La uso como escudo y el escenario es mi lugar. Lo he aceptado, lo disfruto y lo echo de menos.