El camino que han recorrido Bum Motion Club hasta hacer realidad su primer largo no ha sido precisamente fácil. Esfuerzo y trabajo se han convertido en los pilares fundamentales de esta elaborada obra de arte que han presentado al mundo. Claridad y Laureles ha llegado a nuestras manos desbordando energía y haciendo gala de un sonido impecable que representa perfectamente su sello de identidad. Se han convertido por mérito propio en uno de los grupos a tener muy presentes en el panorama nacional.
El pasado miércoles 22 de noviembre llegaba el momento de demostrar que en las distancias cortas este disco gana intensidad y, sobre todo, adeptos. Con una Sala El Sol llena hasta los topes, se subían al escenario conteniendo la emoción y se desprendían de las ataduras. Sudor, algún amago de pogo e incluso Pablo surfeando cabezas, co protagonizaron la noche, entre las canciones de este nuevo disco y las más coreadas de Niebla, su primer EP. Encajando una enorme diferencia de madurez entre su pasada cita en El Sol, fueron capaces de demostrar que son una banda cohesionada que avanza decidida.
Las manos rojas de aplaudir e incluso una punzadita de orgullo por estar compartiendo este momento con ellos desde los más tempranos pasos, fueron el mejor resumen de la noche. Eso y, obviamente, el vinilo de Claridad y Laureles.
No queremos cerrar este resumen sin hacer una mención especial a El Momento Incómodo. Abrieron la noche con un buen puñado de canciones que van desde el noise hasta el pop con una pizquita de cuplé (sí, nos atrevemos a decir cuplé) y fueron una grata sorpresa a la que pensamos prestar más atención en lo sucesivo. Es una delicia entre tanta oferta cultural en una ciudad como Madrid, que sigan existiendo joyas que te sorprendan.