Delapso es uno de los discos que más hemos recomendado desde que hace un par de meses saliera a la venta, y nos robara muchas escuchas musicales. Los chicos de Cyan han sabido crecer, evolucionar, y dar a su estilo tan personal  un toque diferente que hace que en ellos se vea la madurez de un nuevo grupo, conservando todo lo que les ha transportado hasta donde se encuentran.

            Así, se ponían a los pies del El Sol, con la seguridad de que Madrid les iba a tratar como siempre que tocan en la capital. Ganas, nervios, seriedad, e incluso cierto ritual entre humo, oscuridad y focos.

            Comenzaba nuestro sueño con toques azules intensos y nos dejábamos llevar por la música, como si nada más existiera, haciendo nuestros acordes ligeros con letras que a pesar de que parecen relatarnos historias sencillas, son como muñecas rusas que no tienen fin.

            Abarcando todo el espacio disponible del escenario, los 5 chicos que componen actualmente la banda, devoraban cada tema, deslizándose con la elegancia de una bailarina rusa, entre heridas curadas, y algunas aún abiertas. Si los temas de anteriores trabajos era coreados, también es un himno ese Colectivo de Raro Propósito, en el que Javi, el cantante de la banda, nos habla de la forma de afrontar en su mente la composición de un nuevo tema, y  como si cada letra le llevara a recuerdos mucho más lejos de El Sol, contenía las ganas de encaramarse de forma constante al piano que le acompaña, llegando incluso a terminar la versión de Salitre tirado en el suelo y rodando por el escenario.

            Derroche total de musicalidad durante todo el Show, con un corto Bis de dos temas que nos dejaron con ganas de más, y una despedida, en la que no solo daban las gracias a Madrid por tratarles de ese modo, sino también nos decían que volverían, a sabiendas que la única manera de hacerlo sería robar noches en las que todos los presentes se pusieran a sus pies como en esta ocasión.

            Sin duda, no será la última vez que cojamos el tren de Cyan para volver a la estación Delapso. Porque cada vez que vivimos esta experiencia se nos ocurre una nueva definición para esta palabra inventada que procede de uno de los grupos más enérgicos del panorama musical español.