En Segovia no hay distancias. Al escuchar esta premisa a un amable señor cerca del acueducto, entendimos a la perfección porque para nuestros amigos del WIC había sido tan sencillo crear un cartel a base de la psicodelia de Rufus T.Firefly y la dulzura y la belleza de la música de Helena Goch. Sabíamos que no era fácil que el destino nos volviera a dar una alegría semejante, así que con mucho sigilo, decidimos plantarnos en Segovia. Al salir de casa, lo hicimos con el convencimiento de que la noche no tenía guiones, no queríamos esperar nada de lo que iba a pasar, nos dejábamos llevar por la sorpresa que promete siempre ir a una sala no habitual.
Puntuales, atravesábamos la imponente puerta y recibíamos pegatinas, chuches y abrazos. Definitivamente estábamos en casa aunque a kms de ella.
Helena, Raquel y Sara, eran las primeras en mirar de frente al público del Beat Club. Ellas, juntas, son Helena Goch. Con su desparpajo habitual, el trío dejaba que las canciones de La Rama Dorada se luciesen por si solas. Bailes, sonrisas y coros, son siempre fáciles si Helena lleva la voz cantante. En pocos minutos todos nos reíamos animados con canciones que empiezan a ser ya muy nuestras. Prácticamente no se dejaron nada en el tintero, el set, similar al de unas semanas atrás en la sala El Sol, nos daba alas para lo que vendría después.
El turno de Rufus T.Firefly no se hacía esperar. Con un cambio rápido, el escenario se transformaba llenándose de animales de goma que se mimetizaban entre los colores de Magnolia. El bosque despertaba y todos nosotros, ansiosos, nos sumergíamos de cabeza en lo que nos ofrecían.
Los de Aranjuez han mutado. Magnolia ha sido un cambio significativo para ellos en muchos aspectos y el sonido que nos enamoró hace años ha evolucionado. Actualmente y tras los cambios en sus filas, han alcanzado unos directos mucho más crudos, la sonoridad de batería y guitarras es como una mordedura afilada. Es un hecho que el eco de su música te acompañará mucho después del concierto, como si se tratase de un recuerdo imborrable que señala a los que allí estuvieron.
Las canciones de Magnolia y Nueve se fusionan a la perfección, puede que por eso ellas hayan tomado el protagonismo absoluto en esta gira, los años de ∅ o Dentro de 7.500 años han quedado atrás y solo el Incendio Suicida se paseó por Segovia de forma triunfal. Estos nuevos temas son capaces de crecer de forma infinita en directo y algunos, como pudimos comprobar, hacen enloquecer al público que Rufus se han ganado de un tiempo a esta parte.
Entre vítores, aplausos infinitos y aclamaciones muy merecidas, los Rufus recogieron sus laureles aunque como siempre, lo hicieron a la misma altura de los que se los entregaban. Ahora ya hemos visto florecer el corazón de la Magnolia.
Autor; Shara Sánchez
Fotos; Toe