Para nosotros, la música de Luis Albert Segura es un viaje. Una trepidante aventura a través de la cual le hemos acompañado desde que, en 2009, Heavenly Hell viese la luz. Con giros y evoluciones, Luis ha sabido mantener la esencia de aquellas primeras escuchas, la emoción de saber que ante todo, su voz siempre iba a acompañar esas melodías encantadoras que nos cautivaban.
Este mismo año, el mallorquín nos sorprendía de nuevo con su rey de las bestias. Volvía a trabajar en casa, en Mallorca, con Toni Noguera y a la vez aderezaba su trabajo con todas esas influencias que ha recogido en sus viajes, en sus nuevas amistades y sobre todo en su inquietud. King Of Beasts hará parada en Madrid el próximo sábado (16.12.2017) después de recorrer la geografía española y con una buena cantidad de fechas europeas apuntadas ya en la agenda para el nuevo año.
Charlamos con Luis una tarde, buscando con él, cual es la esencia perfecta que contiene King Of Beasts.
LBM – ¿Lo mejor es cantarle al amor porque de eso se trata todo?
Luis – Sí, sin duda es así. Lo firmo.
LBM – ¿Cómo es la corona del rey de las bestias?
Luis – Es una corona humilde, sencilla, nada ostentosa. A la vez es firme y merecida (risas).
LBM – ¿Dejar todo atrás es una buena manera de valorar lo que teníamos?
Luis – Es una buena forma y a la vez es la manera de quitarse cosas que sobran de encima. Llevamos unos meses en casa deshaciéndonos de muchas cosas y nos hemos dado cuenta de que se vive mejor con menos cosas. Keep it simple! Tener mucho almacenado te genera una conciencia y un pesar que lleva a no querer deshacerse de las cosas porque te recuerda a algún momento en concreto de tu vida, pero hay que dejarlo pasar. Leave it all behind, tanto física como emocionalmente.
Para mí que soy coleccionista ha sido tremendamente difícil deshacerme de revistas, pósters… pero luego te hace sentir mucho mejor.
LBM – ¿Los misterios de la vida se responden en viajes hacia dentro o hacia fuera?
Luis – Los misterios de la vida se resuelven de ambas formas, porque hay cosas que debes resolver desde el interior y si no solucionas eso primero, es muy difícil disfrutar de lo de fuera.
Mi último viaje ha sido a Islandia para grabar el vídeo de Where the Angels Go, y ha sido realmente un choque emocional. Se lo recomiendo a todo el mundo, viajar hasta allí no es caro aunque el país en sí lo es. Hay que ir para ver realmente como es. En mi caso, yo fui un poco a ciegas y la verdad, me daba un poco de pereza viajar hasta allí, en mi situación actual, que paso poco tiempo en casa con mis hijas y mi mujer. Cuando salí del aeropuerto no podía creer la belleza que me rodeaba. He tenido la suerte de poder viajar mucho a lo largo de mi vida y he visto cosas alucinantes, pero como lo de Islandia, nada.
LBM – ¿Realmente hay algo que te haría romper los discos de tu colección?
Luis – Mmm no lo creo. Tendría que estar muy borracho, muy enfadado y muy fuera de mí. O sea no ser yo (risas).
LBM – En cierto modo, estas palabras a nosotros nos recuerdan a ti. Por favor dinos lo primero que se te ocurra al oírlas:
- Mallorca
Luis – Mi tierra.
- Rickenbacker
Luis – Es una de mis guitarras favoritas y un icono de los Beatles.
- Familia
Luis – Lo más importante que tengo hasta la fecha.
- Rock
Luis – En lo que se basa toda mi existencia.
- Los Ángeles
Luis- Mi segundo hogar.
- Han Solo
Luis – Han Solo es un tipo muy majo al que me habría encantado conocer. Aunque se lo cargaron. Sorry por el spoiler.
«Los misterios de la vida se resuelven de ambas formas, porque hay cosas que debes resolver desde el interior y si no solucionas eso primero, es muy difícil disfrutar de lo de fuera.» - L.A. -
LBM – ¿Qué alimenta el ventilador que mueve el viento de LA?
Luis – Desde hace cuatro años, básicamente, mi familia, mis hijas en particular. Ahora mismo tengo muchas motivaciones creativas pero mis hijas son el principal motor de mi vida. Por mi trabajo paso mucho tiempo fuera y cada vez que estoy con ellas, quiero pasar menos tiempo lejos porque crecen a una velocidad vertiginosa, especialmente la mayor que tiene cuatro años. El motor absoluto y ventilador enorme, industrial, (risas) son ellas, mis hijas.
LBM – Si malgastamos la verdad ¿es mejor cerrar la puerta y mudarnos?
Luis – Yo creo que a veces hay que afrontar las cosas. Un buen portazo y salir fuera a darte de bruces con la realidad.
LBM – ¿Quién eres hoy en día: the keeper o the rocket man?
Luis- Siempre he sido muy rocket man. Esa canción tiene un gran transfondo real, porque es un conflicto en el que vivo sumergido desde hace unos años. Pero lo cierto es que siempre he sido rocket man. Un poco similar a una fábula, he sido muy kamikaze y así me va (risas).
LBM – ¿Queda algo de aquel Luis de chaqueta de cuadros?
Luis – Algo queda, pero me he cambiado al chaquetón de homeless (risas). Entra y sale, pero siempre deja huella. Ojalá siempre esté esa inquietud de coger la acústica y seguir haciendo shows solo.
LBM – Uno de nuestros conciertos favoritos fue el de Madrid en el Teatro del Arte Nuevo. Ese tipo de conciertos especiales, siempre nos evocan a ese Luis de chaqueta de cuadros del que nos enamoramos hace años.
Luis – Sí, eso fue especial. ¡Cómo me alegro de que os gustase! Fue un poco suicidio económico, porque de ir cuatro personas, como era el plan inicial, pasamos a un equipo de unas catorce en esa gira. Pero a veces los músicos necesitamos hacer cosas así y es muy agradable que nos digáis que es uno de los conciertos más especiales que habéis vivido. Da fuerzas e impulso.
LBM – ¿Al final te cogió las manos para salir de la ciudad?
Luis – Pues la verdad es que no. Ni hubo manos ni salida de la ciudad, pero afortunadamente hubo canción y gracias a ella entré en Universal (risas).
LBM – La pregunta John Connor: si tu yo del futuro viajase al pasado para darte dos consejos ¿cuáles serían?
Luis – Ponte tranquilo. Muchas bandas me preguntan a menudo trucos para salir de Mallorca, para llegar donde he podido llegar yo y siempre digo lo mismo; Ponte tranquilo. Conozco a muchas bandas que han tirado todo por la borda por ponerse nerviosos, por pensar que se han gastado mucho saliendo de la isla o invirtiendo en viajes. En mi caso, yo tiré la toalla unas diez veces, pero siempre volvía.
Hace poco encontré en casa una caja llena de sobres cerrados, es decir, devolución directa, cassettes míos con demos que envié a discográficas. Dos de ellas eran discográficas por las que he pasado (Universal y Sony). Yo me puse muy nervioso por momentos, hablaba con mi padre y le decía; “¡Qué voy a hacer! Yo no he estudiado nada, he elegido hacer música pero y ¿si esto no resulta?”. Cuando fiché con Universal, yo trabajaba en un H&M. Por eso mi único consejo sería; “¡loco, ponte tranquilo! Algo va a pasar”.