La verdad es que nunca hemos comprendido cuál es la medida de la grandeza en esto de la música. Algunos venden miles de copias de sus discos (o son suerte incluso millones) y otros muchos se dedican a las sendas paralelas mientras llevan adelante su proyecto como algo simplemente necesario para saciar su creatividad. David Rodríguez o mejor dicho, La Estrella de David, es uno de estos casos de talento escondido que personalmente nos fascinan. Productor de Los Punsetes o La Bien Querida, su proyecto personal siempre queda relegado a un segundo plano que espacia sus trabajos con bastantes años entre ellos. Siete, concretamente, han pasado desde que publicase Maracaibo y Consagración haya visto la luz.
Este tercer disco llega lleno de letras ácidas, más incluso de lo habitual en él, capaces de empatizar con tus propios pensamientos hasta que desdibujes la línea entre los tuyos y lo que David te canta. Él mismo ha comentado que sus dos anteriores trabajos eran “más cutres o deslavazados”, desde Sonido Muchacho (además de publicar el disco) dicen que este es su disco quizá más comercial y a nosotros, las canciones que componen Consagración no nos puede sonar más a puyas deliciosas directas a un mundo que necesita que se digan más verdades. Sobre todo si se acompañan de música. Once temas que empiezan con Me Ha Parecido Que Estuvo En Mi Cabeza, compartida con La Bien Querida y que son el perfecto ejemplo de que cuando hay cosas que contar los discos se convierten en perfectas narraciones que hilvanan las canciones entre sí. Puede que la foto de la portada, sacando la basura, haya sido el paralelismo más poderoso que se podría encontrar para este trabajo.
El próximo jueves 31 de enero estará tocando en formato acústico (solo set) en el madrileño Planet Mongo (Malasaña), puedes adquirir tus tickets en el mismo local anticipado o el día del concierto. ¡Allí nos vemos!