El ansia por disfrutar el nuevo disco de Lori Meyers puede sentirse en el ambiente. Los adelantos que hemos podido disfrutar han sido como pequeñas bocanadas de aire fresco. Todos y cada uno de los que hemos seguido de cerca la carrera de los granadinos, hemos sentido esa inquietud sobre lo que podíamos esperar de En la espiral (Universal 2017).
Hoy, por fin, el disco logra alcanzar la cumbre para la que ha sido concebido: el deleite del público. Considerándonos afortunados, les robamos un poco de su tiempo para que nos cuenten qué hay dentro de esta vorágine que nunca se detiene.
LBM – ¿Qué clase de vértigo produce estar (de nuevo) en la espiral?
Noni – No nos produce vértigo como tal, es más el ansia de que salga el disco, poder tocarlo en directo, tener otra vez ese acercamiento con el público, retomar la carretera… en realidad es volver a nuestro hábitat. Es cierto que hemos tenido algunos festivales, cosas intermedias, pero no lo suficiente como para recrearnos en lo que más nos gusta; los directos.
LBM – ¿Creéis que ahora estáis más preparados para saltar al vacío?
Alfredo – Yo creo que nosotros nos hemos tirado al barro desde el primer momento, sin tan siquiera estar preparados para ello (risas). Con nuestro primer disco, teníamos 20 años y era difícil enfrentarte a cosas como decirles a tus padres que te ibas a dedicar a la música. Eso nos curtió para estar preparados para saltar al vacío siempre. Si tenemos alas, mejor. Sino al menos que haya una colchoneta (risas).
Noni – Cuando ya te has tirado al barro, el vacío te parece mucho mejor (risas).
LBM – Según están las cosas ahora mismo ¿La evolución natural es hacer ese último esfuerzo para creer que todo puede mejorar?
Noni – Sí, claro. Si todos nos esforzásemos un poco más, incluso en nuestra vida personal el conjunto notaría esos pequeños cambios. Todo aquel que hace un esfuerzo, está dando un paso para intentar mejorar algo.
LBM – ¿Qué armas ofrece LM para conseguirlo?
Noni – Nosotros somos carne de directo. La gente nos conocía a través del boca a boca por haber asistido a alguno de nuestros conciertos, eso es para nosotros lo más bonito que podemos hacer.
Ale – La naturalidad de una banda de rock.
LBM – Nos queda claro que os morís por salir a tocar (risas).
Noni – Es muy agradable reencontrarnos con los medios, sobre todo porque nos vemos poco, vivimos en Granada y cuando venimos siempre nos hacéis sentir muy queridos, pero no es nuestro hábitat. Además en ocasiones nos sentimos como una madre cuando le preguntas por su hijo, siempre te va a decir que es muy guapo (risas).
LBM – Pensando en el tiempo que os ha llevado esta Espiral más que «perder el control» creemos que supone para vosotros «recuperar el control». Desde fuera nos parece que habéis hecho el disco con pausa y medida sabiendo bien qué pasos dar, ¿estamos en lo cierto?
Ale – Hay que tener el control para poder perderlo. Este disco ha sido un poco hacer las cosas con pausa, sin saber si íbamos a estar con la compañía, sin fecha prevista, con lo que los tiempos han sido muy calmados. Hemos cuidado detalles que en otros momentos no habríamos podido, el año y medio, está totalmente reflejado.
Noni – El disco se ha mimado. Es tremendo porque si eres una banda que tienes público en Latinoamérica, haces dos años de gira en España, en las salas que nos quedan que desgraciadamente no son demasiadas, festivales y la gira allí, te das cuenta de que cuando quieres ponerte con el nuevo disco han pasado 4 años. No te queda más remedio que hacerlo en la furgo y de otro modo, que no es la forma en la que nos gusta a nosotros hacer un disco.
LBM – ¿Merece la pena escuchar todo lo que dicen de ti, en este caso de vosotros?
Ale – Siempre hay que escuchar, sobre todo a nivel de medios, pero siempre las críticas te tocan un poco el ego. Es cierto que en las redes sociales nos hemos hecho un poco de callo.
Noni – Si te pones sincero, yo me odio más a mí mismo de lo que me puedan odiar los demás. Te gano hasta odiándome (risas). No me gusta escucharme, no me gusta verme todo el tiempo y me ha tocado…
LBM – Tres palabras para definir una zona de confort y una frase para salir de ella.
Ale – Mi zona de confort es desayunar con aceite de oliva y un café con leche. No puedo vivir sin eso.
Alfredo – Un sofá sería la zona de confort y unos billetes para México y una gira allí sería salir de ella.
Noni – Yo soy de costumbres sencillas, mi zona de confort es un ratito de ordenador o unas cervecitas con los amigos.
LBM – A medio camino del disco pensamos que en realidad es terriblemente vitalista ¿cómo os planteáis soltar mensajes positivos sin que la gente piense que sonáis «pedantes»?
Noni – En las canciones siempre hay golpes positivos y golpes negativos. Una cosa se suele mezclar con la otra y no se ve todo de un color y otro. Lo importante es siempre que haya esa mezcla.
LBM – Hablemos ahora de medidas ¿El largo de las nuevas canciones es proporcional al ancho que pretenden recorrer?
Alfredo – Sí, tiene sentido, porque este disco es de varias escuchas. Cuando haces un disco breve es porque quieres que sea directo y este no lo es. Por ejemplo en evolución, podíamos haber cortado a la mitad, pero no lo hemos hecho porque es como un mantra que se repite y le da el sentido a la canción.
Noni – La espiral siempre está dando vueltas, con lo que cortar las canciones es algo que ni te planteas. La llevas a dónde quieres, la dejas fluir y de este modo da lugar a más arreglos, más trabajo sobre ella.
«Si todos nos esforzásemos un poco más, incluso en nuestra vida personal el conjunto notaría esos pequeños cambios. Todo aquel que hace un esfuerzo, está dando un paso para intentar mejorar algo. » - Noni -
LBM – ¿Tan largas como para cubrir océanos y una eternidad?
Alfredo – (Risas) Creo que hemos sido largos pero no pesados.
Ale – No somos como los grupos que componen canciones de doce minutos, que se pierden entre medias, con subidas y bajadas. Nos hemos quedado en canciones escuchables con largo recorrido. Los tres últimos discos habíamos trabajado con productores americanos y allí lo directo y más corto es la tendencia. Ahora que sabemos que eso lo podemos hacer, nos apetecía mucho más explorar y reposar.
LBM – ¿A quién le dirías a la cara que siempre brilla el sol?
Noni – A Trump, por ejemplo, puedes hacer lo que quieras, no eres nadie. Aunque se lo podemos decir igualmente al presidente de China.
LBM – ¿Para ver este nuevo horizonte necesitamos gafas de sol o gafas de cerca?
Alfredo – Gafas de sol graduadas.
Noni – Igual gafas de realidad virtual.
LBM – La pregunta John Connor: Tu yo del futuro viaja al pasado para darte dos consejos: ¿cuáles serían?
Alfredo – Cuando vuelves a tus discos, inevitablemente piensas, esto lo hubiera hecho de otro modo. La inconformidad la llevamos por bandera.
Noni – Yo me diría: Haz lo que te salga de la polla.
Ale – La edad y la madurez hará que lo que te ha dolido y te ha parecido importante en realidad con el paso del tiempo, no significa nada.