A caballo entre dos disciplinas artísticas el talento de Manuela Vellés ha quedado más que contrastado. Tras estar bajo la cámara desde el 2007, participando en numerosas series y películas, ha dado el salto al mundo de la música como una parte más de su camino, pues en muchas de sus apariciones televisivas había demostrado su talento para interpretar canciones.
Subo Bajo es un conjunto de once historias que básicamente describen a la propia Manuela o a su entorno. Nos sentamos con ella al cobijo de un té caliente, mientras soplaba el viento en uno de los días más fríos de este invierno y con sus palabras nos reconfortó.
LBM- En qué punto estás: Ahora subo o Ahora bajo
Manuela- Pues estoy en un momento de subo porque toda la promoción del disco me está llenando de energía y además estoy acabando de rodar una serie para Netflix, así que estoy en medio de la vorágine. Supongo que cuando acabe todo esto, pues vendrá una época de bajar, pero no de ánimo, solo de actividad.
En el disco hablo mucho del subo bajo y del balance, porque creo yo misma he logrado encontrar el equilibrio.
LBM- En los tiempos que corren ¿amanecer cantando es una terapia?
Manuela– La verdad es que sí. Yo soy una persona que busca provocarse su propia felicidad y que piensa que tenemos que hacer un trabajo interior para ello, porque hay que luchar contra lo negativo que nos asalta.
Por las mañanas tengo música sonando en toda la casa con un sistema de altavoces instalado en el techo y eso me produce una inmensa felicidad.
LBM- ¿Cuál es la mejor silla para balancearse entre varias disciplinas y no caerse?
Manuela- Pues yo creo que lo mejor es que sea vocacional. A mí me encanta lo que hago, he conseguido convertir lo que me gustaba hacer en mi tiempo libre en mi profesión y eso es la mayor de las suertes.
Siento lo que hago como algo tan mío que actuar y cantar es la misma cosa.
LBM- ¿Con qué tipo de lente te ve la gente tras publicar este álbum?
Manuela- No lo sé, la verdad. Habría que preguntarle a la gente que me ha seguido hasta la fecha si les ha chocado, pero sí que es verdad que los que me rodean no se han sorprendido en absoluto. Todos lo ven como una trayectoria natural en mí.
Para los que no me conocen proyecto en mis canciones ese subo bajo intercalando mi parte delicada o frágil con la parte guerrera e inquieta. La mayoría de las canciones de este disco las escribí para mí sin saber que las iba a compartir con alguien por eso son mi reflejo.
LBM- Dinos tres cosas en las que te miras en un espejo y dices “Uy, no me veo, esto no es lo mío”.
Manuela- Pues hoy por ejemplo hablaba de presentar una gala y es algo de mi profesión que me parece muy difícil. En general el atreverse a presentar ya sea un programa, una gala, etc… me parece muy complicado. Por lo demás, como es parte de mi profesión meterme en la piel de personajes que a lo mejor son muy diferentes a mí, pues no siento que no pueda hacer otras cosas.
«A mí me encanta lo que hago, he conseguido convertir lo que me gustaba hacer en mi tiempo libre en mi profesión y eso es la mayor de las suertes.»
-Manuela-
LBM- ¿Los amores puros inspiran canciones puras?
Manuela- Totalmente, el amor es de las cosas más inspiradoras que hay. Me gusta mucho que el disco tenga diferentes facetas, alegría, tristeza, amor, desamor… Dicen que la tristeza es lo más inspirador, pero yo creo que no, que las cosas buenas nos motivan más.
Nos hemos acostumbrado a dar por hecho que las cosas buenas deben estar siempre ahí y cuando la tristeza nos asola nos quejamos demasiado.
LBM- ¿Y si le preguntamos a Zac?
Manuela- Pues para mí el hijo de mi hermana era como si fuera mi propio hijo. Fue un amor nuevo y diferente que no había sentido hasta que nació. Ahora tiene tres años y medio y ya se entera de que es su canción y se siente orgulloso.
LBM- ¿Dónde se aprende el idioma de los ojos chiribitas?
Manuela- Me gusta fijarme mucho en la gente y es algo que a veces puedo apreciar. Esos ojos despiertos, curiosos, que quieren ir más allá.
Me encanta la belleza de encontrar ese tipo de ojos en un hombre o una mujer de cierta edad.
LBM- ¿Para bailar en la vida se necesita ser un experto bailarín o valen un par de pasos y descaro?
Manuela- Yo soy una persona que cree que hay que lanzarse y echarle morro. Cuando la gente me dice que no vale para algo, le pregunto: ¿te has lanzado a hacerlo? Porque igual solo es práctica lo que te hace falta.
Soy de esas personas que piensa que el arte es una expresión de lo que tenemos dentro.
LBM- ¿Cómo se pinta la hoja de Manuela?
Manuela- Estando con la gente que quiero, cantando, yendo a Yoga y buscando ratos para mí. Cuando veo a la gente mal siempre suelo decirle que es necesario buscar cosas que nos motiven en el día a día para hacer, aunque sean 20 minutos para leer o ver a tus amigas.
Somos muy de darnos caña a nosotros mismos y ser más tolerantes con los demás. El ejercicio de la hoja es ponerte fuera y al ver como estamos desde otro prisma, tratarnos con compasión.
LBM- Dónde reside tu suerte ¿crees que es mejor buscarla o encontrarla?
Manuela- Creo que la suerte hay que forjarla. Te puede llegar en muchas cosas, pero sin trabajo es complicado. También debemos de relajar nuestras expectativas porque a menudo pedimos demasiado.