Enrico Barbaro y Asier Etxeandía confiesan que llevan toda la vida preparándose para Mastodonte. Este pesado animal que otorga nombre a su proyecto musical y con el que buscan la analogía no es más que el reflejo de nuestros miedos paralizantes, de todas esas barreras que nos ponemos a nosotros mismos y ¿qué mejor para desterrarlas que plantarlas cara? Así, pertrechados con la música como una de las armas más poderosas del mundo, se enfrentan a esos sentimientos junto al ejército que formamos todos los que hemos decidido dar el paso para despertar y afrontar con valor el día a día. Por todo esto, escuchar a Mastodonte pensando que detrás de esta portada solo se esconden doce canciones es un error garrafal. Mastondote, como disco, esconde esos doce cortes que ves en un primer golpe pero es mucho más, es arte en estado puro, es una escenografía imponente que narra una historia, es provocación, es salir de tu estado de confort, es sin lugar a dudas, un despertar.
El pasado veinte de noviembre vestían de largo el Teatro Barceló y Madrid se ponía a sus pies para ver el bautismo de este nuevo animal escénico. Con sorpresa, los congregados recibían a una banda que no solo hacía gala de una calidad musical fuera de lo común sino que usaba su forma de estar en el escenario para adornar las canciones de su repertorio. No habían pasado ni cinco minutos desde el inicio del show y el público ya les coreaba llevando en volandas las canciones. La poderosa voz de Asier se precipitaba sobre las cabezas y llenaba la sala al completo, mientras sus movimientos provocadores se amoldaban a la música de sus compañeros de escenario. El vestuario no se quedaba atrás y todos los miembros de la banda se cambiaban acorde a los cortes que marca el disco. La comunión que sienten Enrico y Asier volvía a quedar patente y con muchas miradas de complicidad estallaba en forma de torbellino imparable. Acompañados por Enrico Barbaro Jr que también es parte de este proyecto y tres músicos a la altura de sus composiciones, el bautismo de este nuevo proyecto que se ha preparado a fuego lento se salía de los marcadores.
El mensaje a modo de despertador de Mastodonte es algo que estábamos esperando, por eso, sin ánimo de ser jueces sentimos que este proyecto es uno de los más interesantes que hemos tenido el honor de ver. Ahora que el Mastodonte se ha transformado en un ave ligera, esperamos estar siempre oteando su horizonte para ver el intenso vuelo que, estamos seguros, tendrá lugar.
Autor; Shara Sánchez
Fotos; Carlos Toe