Sin duda hacer doblete en la Joy Eslava demuestra la consagración de un grupo.
Así, sin temblar, Miss Caffeina se ha cenado y merendado este fin de semana la capital madrileña con camisas de flores que podían haber sacado de las cortinas de la abuela, parche pintado en un ojo, y bombillas a sus pies. Poco importan todos esos detales cuando empieza el espectáculo, la música y las letras cargadas de emociones, e incluso algunos dolores si me apuras, dejan los efectos visuales al nivel del polvo.
Nosotros no queríamos dejar de disfrutar de esa sensación que a veces te invade al terminar un concierto de “repetiría mañana mismo”, y tomando los bártulos nos dejamos ver por la pista de la Disco con reflejos de bola de espejos en ambas citas. Aunque la expresión dejarse ver es bastante relativa, ni un solo alma más entraba la noche del sábado en el aforo. El Sold Out no nos dejaba saltar y movernos con la energía que nos hubiera gustado, y quizá un poco bajo el sonido para las ganas que teníamos de reencontrarnos con los Miss Caffeina en su primer día en la ciudad que les vio nacer como formación.
Con una propuesta similar para ambas citas, y reivindicando que los fans adolescentes son igual de importantes, abrían la puerta a los conciertos Light, y nos hacían vestirnos de música a la tempranera hora de las siete del domingo.
Cubiertos de Polvo y Flores, con la sensación lejana del Tormento, la voz más oscura de Alberto llegaba al alma, y accionaba la clacketa para que la Toma1 del día uno comenzara. Idéntico el día dos con su Toma2. Llenaban las tablas con su presencia, y con los disfraces preparados nos tomábamos de la mano. La dosis de caffeina nos embriagaba de éxtasis. El espectáculo de estos chicos sonrientes nos disparaba al alma.
Reconociendo su deuda con los que allí nos encontrábamos, y llegando alto compartían con nosotros su arte, a base de canciones de Superhéroes enviadas por Dios, que Alberto nos relataba jocoso. Y Venimos, tocaba la fibra con su empático estribillo, pues que alguien se solidarice con las cosas malas parece que siempre pone un punto más a su favor, a pesar de que sea con un toque Mecano y bailes propios para la ocasión. El domingo aderezado con el toque “vaqueri” de Rubén Pozo, que se colaba tras la intervención de la bella (y rosa) Zahara.
Poniendo el corazón en Modo Avion, desde nuestro punto de vista uno de los caramelos más agridulces de este nuevo trabajo, nos dejábamos helar por Miss Caffeina y la adicción a lo que nos aportan con uno de los bises más cañeros que hemos visto en los últimos tiempos.
Poco importa si somos adictos a la Imposibilidad del Fenómeno o nos cubrimos de Polvo y Flores, pues ellos tienen tiempo para ponerse ambas máscaras y así dejar el disfrute a la elección.
Cerrábamos la hora conciertil de la Joy ambos días, con la sensación de saber que estos chicos tiene exactamente el lugar, que han trabajado y adquirido, en el panorama de la música Española.