El tercer disco de Mucho nos ha hecho despertar al 2016 con una conjunción imbatible de letras satíricas, crípticas, dobladas y un colchón totalmente apabullante de sintetizadores.
Pocos días antes de celebrar su presentación del 11 de marzo por todo lo alto en el Ocho y Medio Club de Madrid, Martí y Miguel nos recibieron en las oficinas de Emerge para darnos las explicaciones pertinentes a estas peticiones infernales que nos plantean en un tercer disco verdaderamente adictivo.
LBM – ¿Y si después de tanto pedir en el infierno… no os dan nada?
Martí – Pues no pasa nada, lo importante era el viaje. Además ya estábamos pidiendo, si no nos lo dan pues no perdemos nada, solo dejamos de ganar. Sabiendo como es el sitio ya puedes esperar lo que vas a sacar (risas).
Miguel – Los de corbata y batín no tienen que pedirlo, entran directamente al infierno.
LBM – ¿Cómo se mantiene la “cosmicidad” en este nuevo mundo tan sintético llamado tercer álbum?
Martí – Pues está más presente que nunca porque lo cósmico reside más en los sintes que en las guitarras. Normalmente tratábamos la música con pedales para que fluyera y ahora sale sola. Ahora vuela.
Miguel – Lo de la cosmicidad es algo que nos hemos puesto nosotros mismos y consiste en crear atmósferas sonoras que te hacen volar y ver las estrellitas de cerca. Nosotros experimentamos esa sensación con algunos grupos y eso es lo que buscamos con nuestra música. Rock cósmico, pop cremoso, son algunas de las cosas que nos hemos inventado para definirnos porque andábamos un poco perdidos con las etiquetas.
LBM -¿Por qué tenéis que salir de aquí?
Martí – Es una manera de describir que odio el sitio en el que vivo o que odio como funcionan las cosas en este país. Esa canción en concreto habla de la burbuja inmobiliaria, de los edificios a medio construir o vacíos, me lo imagino como durmiendo pasando frío… por eso creo que hay que salir.
Miguel – Es un poco cabreo.
LBM – Sois conscientes de que si juntamos los tres títulos de vuestros discos (Mucho apocalipsis pidiendo en las puertas del infierno), sale un mensaje satánico a la altura de Charles Mason?
Martí – Sí, las referencias religiosas vienen de una profesora de historia que tuve que ponía la imagen de un cuadro y pedía que detalláramos lo que estaba ocurriendo, en ese momento me quedé completamente fascinado con la iconografía religiosa y a día de hoy uso estas referencias en lo que puedo. Es curioso, me he dado cuenta de esto haciendo entrevistas, es un poco como ir al psicólogo.
Miguel – Nos encanta usar mensaje solemnes de la Biblia para hacer un disco de rock (risas).
LBM -Ya que os habéis puesto “murados” grabando este disco, ¿Cuál es la mayor burrada que habéis descartado?
Martí – En realidad ninguna; entró todo. La mayor burrada es reunión de pastores, que comenzó con una Jam y acabó en el disco.
«La música hay que hacerla para que nos guste a nosotros, si luego los de fuera no están de acuerdo, es un riesgo que asumimos.» - Miguel -
LBM – ¿Para ser feliz hay que buscarle tres cabezas al león?
Martí – Totalmente (risas). Somos un poco de complicarnos la vida con las letras, no entendemos otra manera de hacerlo.
Miguel – Hay que ver el punto de vista y buscarle tres cabezas al león y cinco pies al gato (risas).
LBM – La verdad es que ese es uno de los rasgos que más nos gusta de vosotros, que las letras no son banales, sino que siempre aportan algo, aunque el mensaje esté escondido.
Miguel – Pues es curioso, porque la verdad es que eso no está bien aceptado en la mayoría de ocasiones. Hay gente que necesita que la prosa sea clara y directa para respetar la música que escuchan.
LBM – ¿Es mejor ir a pecho descubierto para que te calen bien las tormentas?
Martí – A medida que hago discos me doy cuenta de que cuanto más honesto soy y cuanto más me “desnudo” a la hora de componer, es mejor acogido. Al generar algo más emocional y creértelo más, la gente lo acepta de otro modo. Nos gusta tocar y para nosotros es lo máximo de la vida.
Miguel – Hay que intentar hacer música sin buscar que llegue a la gente. La música hay que hacerla para que nos guste a nosotros, si luego los de fuera no están de acuerdo, es un riesgo que asumimos. Esta es nuestra mierda y aquí está (risas).
LBM – ¿Y en el cielo que piensan de vuestro disco?
Miguel – Pues la Santa ya nos ha dicho que le gusta (risas).
Martí – Pues como somos buenas personas, yo creo que Jesucristo se lo ha tomado bien (risas).
LBM – ¿Ya os ha llamado Maradona para felicitaros?
Martí – (Risas) No, pero esperamos la llamada.
LBM – Si la picaresca es la reina de la fiesta, ¿quién es el Rey?
Martí – La picaresca es la reina de la fiesta porque España es un país de broma, así que el rey es… El Rey (risas), es Felipe. Me cae mejor que Juancar, pero el rey es el Rey.
LBM – ¿Cómo le contaréis a vuestros nietos aquello de una vez tuvimos una banda cósmica de rock?
Martí – Pues tal cual, con esa frase. Si llego a tener nietos, cosa que a día de hoy veo imposible, estarán familiarizados con el término. Ya me encargaré yo de que aprendan lo cósmico (risas).
Miguel – Pues encorvados y sin dientes.