El día se presentaba bastante aciago para un concierto al aire libre, y su momento más álgido se produjo a la hora en la que los miles de fans de la banda inglesa entraban en el estadio Vicente Calderón de Madrid. Caía una imponente lluvia que hacía temer la cancelación del concierto y en las redes sociales, los más atrevidos incluso lo afirmaban de manera contundente.
Marina and the Diamonds nos sorprendió de forma grata con su voz aunque mientras ella cantaba, unos operarios se dedicaban a limpiar el agua de las pasarelas y se tuvo que refugiar bajo una carpa que deslucía su traje plateado de sirena.
Cuando quedaban unos pocos minutos para la hora que Live Nation había marcado como inicio del concierto hizo aparición, y con ello generó un enorme revuelo, Gwyneth Paltrow con sus hijos, ambos pequeños lucían unos cascos protectores de color flúor a juego con el espectáculo de su padre. Inmediatamente se adueñó del interés de todos los presentes y aplausos de los más cercanos por mezclarse entre el público de la grada, como una más, y no hacer uso de la zona Vip.
Pero todo dejo de importar cuando los operarios del espectáculo comenzaron a destapar los instrumentos y Chris Martin y los suyos salieron a escena. He de decir que la expresión “comienza el Show” se quedó corta para el despliegue que rodeo a la banda. Las pulseras de tela que entregaban a la entrada al estadio llenaron la noche de color, parpadeante y al ritmo de la música, la canción Hurts Like Heaven desato una noche llena de fuegos artificiales y demostración de que la puesta en escena de esta gira veraniega va acorde con los carteles de Sold Out que han colgado en las citas que ya han marcado.
El público coreo sin descanso grandes canciones conocidas como In My Place, pero sin duda uno de los grandes momentos fue durante Lovers In Japan, mientras Chris danzaba por las pasarelas bailando algo similar a un baile trival, lanzaron enormes balones de colores y cañones de confeti dieron vida a mariposas de papel ante las miradas atónitas y los gritos de asombro de alguno de los presentes.
Poco a poco los temas calentaban el ambiente de la noche entre palabras en castellano de Chris Martin y los más conocidos himnos de la banda The Scientist , Yellow , Violet Hill… Cuando toco el turno de Princess of China, una enorme Rihana se materializo de la nada en las pantallas, mientras todos los componentes de la banda se reunieron en el extremo de la pasarela, colocándose en la enorme X que esta marcaba.
En el primer Bis de la noche, y cuando ya todos los allí presentes pensaban que poco quedaba por ver, los ColdPlay al completo, aparecieron en el extremo opuesto del Vicente Calderon, en un mini escenario, que daba una alegría a los fans que quedaban más alejados del escenario principal, tocando en acústico dos temas ( Us Against the World y Speed of Sound).
Fix You demostró que las “luces que nos guiaran a casa” pueden hacerse realidad, saliendo de los 4 cañones. Entonces Chris grito… “queréis una más??? solo una más??” la respuesta fue bastante más que un sí… El polémico, por su parecido al Rimo de la noche, Every Teardrops is a Waterfall hace que llegue el éxtasis, poniendo fin al espectáculo de dimensiones astronómicas con el que los ColdPlay ponen en el escenario su quinto albúm.
En la salida del estadio todos los fans coreaban alguna canción, entre un tumulto enorme, excitación, y la seguridad de que, con las pulseras que nos habían dado hacíamos todos realidad la letra de Charlie Brown “we´ll be glowing in the dark”.
Sin duda, ColdPlay triunfo en la noche madrileña.