El sendero recto o el transitar por la zona limpia de la vida no es el camino elegido por Nacho Vegas para desarrollar su carrera musical. La ultima y difícil apuesta del asturiano es el homenaje musicado al cine de Mike Leigh que pasará por varias ciudades españolas bajo el nombre de su película del año 1990 “La vida es dulce”.
Antes de entrar en materia y contar todo lo que pasó el pasado jueves en el madrileño Teatro Lara, dentro del marco de los conciertos SON Estrella Galicia, seguramente la pregunta que ha todos nos ronda en la cabeza es: ¿Quien es Mike Leigh y cual es su filmografía? Pues el Sr. Leigh nació en 1943 y tiene a sus espaldas películas como Secretos y Mentiras del año 1996 que tuvo 5 nominaciones al Oscar o la que da titulo al citado homenaje, La vida es dulce, de 1990 que se caracterizan por describir paisajes grises con personajes al limite de su capacidad personal y vital. Pero realmente os invitamos a descubrir a este autor por vosotros mismos, haciendo una revisión de sus películas.
Pasaban unos 10 minutos de las 23.00h cuando Nacho, que se situaba en la zona derecha del escenario, y su banda, salían al pequeño escenario del Lara para empezar el show. En la gran pantalla que presidía el escenario se empezó a proyectar un fragmento del cine de Leigh, mientras empezaba a sonar la dolorosa e inquietante introducción sonora que es Naked. Desde su rincón perfecto empezó a brotar la voz rota del asturiano para cantar Los sabios idiotas con la se inició la noche. Se fueron sucediendo las proyecciones y los temas como el ya conocido Secretos y Mentiras o Échame a mi la culpa de Albert Hammond hasta que la técnica decidió manifestarse en forma de fallo en la pantalla de las proyecciones, seguramente debido a la celeridad que tuvieron los técnicos para montar el escenario justo después de la función que ocupó el Lara esa misma tarde. Una media sonrisa se dibujo en la cara de circunstancias de Nacho que salió al paso del problema con lo que denominó – Una canción para cuando las cosas salen mal -. Los paisajes en blanco y negro donde discurre la filmografía de Leigh se ajustan a la perfección al mundo que Nacho suele retratar en su música. Paisajes sombríos que te recorren y cruzan el cuerpo al presentar una realidad desnuda de todo artificio superfluo y donde el ser humano alcanza su máxima vulnerabilidad.
Con Matar Vampiros y la instrumental Indefenso acabó el homenaje a Leigh y la primera parte del concierto más allá de la 24.00h. Pocos minutos después del parón volvía el Sr. Vegas al escenario para cerrar la noche con varios de los pesos pesados de su discografía como son La gran broma final y La plaza de la Soleda. El silencio respetuoso que llenaba el Lara solo se rompía con los cerrados aplausos que brindaba el respetable al de Gijón. Con la canción más de moda y más radiada en la madrileña calle Velazquez -en palabras del propio Nacho- que no es otra que Como hacer crac, se daba por finalizado el show.
Mención aparte para la banda que acompaña al asturiano que con Manu Molina, Luis Rodríguez, Joseba Irazoki, María García y el maestro Abraham Boba se acoplan a la perfección y están pendientes de Nacho en cada momento del concierto. Debido a su ubicación en el escenario, nos recuerdan mucho a la disposición y atención que muestran los músicos del maestro Bob Dylan.
Podemos ver la vida por esa ventana que es la televisión y que nos suele retratar un mundo a todo color o intentar mirar de frente a la vida, descubriendo que existen toda una escala de grises, que tan bien retrata musicalmente Nacho Vegas en su obra y que encuentra en el cine de Leigh el compañero visual perfecto. Podemos decir, sin riego a equivocarnos, que el concierto del pasado jueves fue una de las apuestas mas interesantes que hemos visto en los últimos tiempos sobre un escenario, donde fluyen en paralelo dos visiones del mundo y de la vida tan intensas e interesantes como son la de Leigh y la de Vegas.