Nicolás Pastoriza es un músico vigués con una extensa carrera en la que ha tenido tiempo de jugar con sonidos e inquietudes. Ahora lanza un nuevo álbum al que le ha dado forma de la mano de sus amigos Iván y Amaro Ferreiro, y que lleva por título Poetas y Motocicletas, como aquel blog que quiso sacar adelante y no pudo llevar a cabo. Con unas letras cargadas de realismo en algunas ocasiones y otras en las que saca a relucir sus pensamientos o vivencias infantiles nos pone en bandeja este nuevo trabajo, listo para disfrutar.
LBM – Nos encantan tus psicofonías, evocan a risas y ferias. ¿Piensas que cada uno tenemos psicofonías internas que nos describen?
Nico – Sí. Sí, además creo que la psicofonía es algo que está mal interpretado por sistema. Hoy por hoy se entiende como un mensaje desde el más allá que está dirigido a la gente para dar miedo y generalmente es carne de Cuarto Milenio y de todo este tipo de cosas. Aparte todas dicen cosas como: “Mamá… ¡Ayúdame…!”. ¿Por qué no hay psicofonías que digan “¿tienes tabaco? O “¡Dame un pitillo!”? (risas)
Entonces el disco instrumentalmente hablando es bastante delirante, hay bastantes ruidos y bastantes cosas. Y queríamos utilizar la psicofonía como parte del sonido propio del disco, como parte del sonido Chaín, al lado de Gondomar, que es el pueblo donde vive Iván y donde él tiene el estudio. Entonces utilizamos guitarras, utilizamos samplers, utilizamos todo tipo de instrumentos y todo lo que la tecnología pone a nuestra disposición, más todo lo que la parapsicología también aporta, como la psicofonía. De hecho utilizamos como voces de niño pequeño en psicofonías. A mi cualquier tipo de psicofonía me parece interesante. Hombre, ya que las tienes en una cinta, pues aprovéchalas para meterle una canción como parte de los arreglos del tema. En la televisión las usan con el afán de acojonar porque no tienen sentido. Pero bueno, yo me siento identificado con todo lo que sean sonidos característicos de una canción. Lo decía John Lennon, que yo no soy un músico pero dame cualquier cosa que produzca sonido y seguro que con ello saco una canción. Pues aquí hacemos lo mismo: dame una psicofonía y seguramente con eso haré algo (risas).
LBM – ¿Qué le puedes revelar a alguien entre ruidos grabados al azar?
Nico – Pues eso, lo que tú quieras decir en una canción. Decía Mick Jagger que las letras de una canción de hacen para darle una excusa al cantante de un grupo. De esto se trata, de que un ruido, cualquier tipo de elemento, hacer canciones pop, hacer canciones interesantes para contar unas historias que son o la excusa de los ruidos o son los ruidos la excusa de la canción. Nunca sabes que es antes: el huevo o la gallina. En todo caso creo que son interdependientes: no puede uno vivir sin el otro. Las historias que queremos contar en las canciones son todo aquello que no nos sale bien de viva voz. Yo creo que todo cantante es un pérfido ego maníaco que tiene que decirle a todo el mundo lo que siente, que es un coñazo del copón; tú puedes decirle a alguien como te sientes, pero un cantante no, un cantante se lo tiene que decir a todo el mundo y cuantos más discos venda, mejor y si gana dinero con eso ¡de puta madre! Lo cual es el colmo del delirio ego maniaco (risas). Entonces es como que los feos tenemos que hacer eso para relacionarnos con los demás, como los que ponían los discos en los guateques en los 50: los feos se especializaban en música para tener ese éxito y a algunos se les fue ese éxito de las manos y todo acabó en una cultura pop que ahora todos conocemos. Lo estoy diciendo de coña, pero no deja de ser cierto. De hecho el otro día lo hablaba con Julián Hernández y decíamos que las grandes desgracias del siglo XX surgen en grandes delirios, en momentos de gran belleza. Y las cosas más bonitas, para nosotros los músicos, que han surgido en el siglo XX han venido de desgracias, de lo peor del ser humano: si a los colonos americanos no se les hubiese ocurrido ir a África y traer a africanos apartándolos de su familia y de sus raíces e ir matándolos por el camino porque solo sobrevivían los que mejor se hidrataban, sino llega a ser por eso, el blues no existiría. Sin el blues no existirían el rock&roll ni el jazz, sin el rock&roll no existiría lo que luego vino en USA… Pero es que si Hitler no hubiese bombardeado Inglaterra, la gente no habría sentido la necesidad del show business, del mundo del espectáculo; la gente necesitaba divertirse e hicieron de la música una cultura, así surgió el pop en Inglaterra. Estamos aquí pasándonoslo bien por culpa de una catástrofe de la humanidad (risas).
LBM – Si pudieras salvar a toda la humanidad, ¿habría alguien a quien dejarías fuera?
Nico – A ver… Salvar a la humanidad ¿de qué? En ese caso general no haces distinciones. Si es salvar “de quién” ya es otra cosa; si tienes que salvar a la humanidad del nazismo no vas a salvar a Hitler, sería un oxímoron de esos (risas).
Pero sí es cierto que salvar a la humanidad es complicado porque la única forma en que la humanidad se hundiría es por culpa de la propia humanidad. Entonces, ¿cómo salvas a alguien de sí mismo? Porque una invasión alienígena lo veo complicado… Yo tengo una teoría: los alienígenas existen, el problema es que pasan de nosotros. Normal, tú no puedes pasar por aquí, ver lo que hay y querer pararte, ¿para qué vas a detenerte? Es como si vas por una carretera en medio del desierto y de repente ves una plantita, ¿para qué te vas a detener ahí? No tiene sentido. Entonces creo que no tienen ningún interés ya no en invadirnos, no, no tienen interés ni en pasar por aquí, ni en venir de veraneo.
Solo habría que salvar a la humanidad de sí misma y es un poco complicado. ¿Qué parte salvas, qué parte te llevas y qué parte dejas? Es terrible. Pero la intención es buena, yo salvaría a tutiplén, a todo el mundo.
LBM – ¿Qué te consideras: un poeta, un astronauta o una motocicleta?
Nico – ¡Qué complicado! ¿Puedo decir las tres? Yo creo que los astronautas le deben mucho al cosmos, al universo, al sitio donde estamos ubicados… Las estrellas han producido poetas y poesías, el espacio… Los astronautas están ahí por eso. Y las motocicletas es curioso porque tienen ese rollo de nave espacial. Yo soy muy fanático de las scooter, las vespas y este tipo de motocicleta y creo que son como las primeras naves, los primeros Apolos, como los Sputniks; son naves que en sí mismas son bellas, son incómodas, son incluso grotescas, pero tienen una gran poesía.
Entonces esas dos vertientes que yo tenía que iba a ser un blog llamado “Poetas y Motocicletas”. Quería hacer una especie de reuniones gastronómicas, era una excusa para comer y beber, con gente que hiciera música y poesía en vivo. Y mezclarlo todo. Pero aquello molaba mucho y no quedó en nada. Entonces el título molaba y se lo puse al disco.
La música es a la poesía, el pop, el rock como las motocicletas, son iconos y todo está relacionado. Me muevo mucho en moto y llevo muchos apuntes de cosas que se me ocurren cuando me voy por ahí a dar vueltas. La moto es como la parte más rara del estudio de grabación. He hecho canciones muy curiosas en la moto y vas cogiendo apuntes gracias a esas salidas en moto.
Además el productor del disco que es Iván Ferreiro y vive en Gondomar, a media hora de Vigo. Entonces era finales del verano anterior y yo iba siempre en moto. Entonces las letras y la moto se juntaron y ahí salió el título. Igual en mi web hago un apartado con el blog.
LBM – ¿Cómo se pueden descongelar las horas de un domingo en Plutón?
Nico – Complicado. Para empezar, un domingo en Plutón dura 150 horas y la temperatura ni te cuento cual debe ser… O sea que descongelar está complicado. De todas formas mi pasión por el espacio y por ambientar canciones en el espacio, que ya viene de muy atrás, desde que me compré de pequeño el “Space Oddity” de Bowie y luego una canción de Elton John que es “Rocket Man”. Todo eso fue una mega influencia. Entonces pensé en hacer canciones en castellano con esa idea y luego me encontré con gente que tenía el mismo vicio, como Iván, Amaro Ferreiro… Y ya hicimos una especie de club, últimamente vamos al cine juntos y esas cosas, nos fuimos juntos con nuestras familias a ver “Gravity”.
Y bueno, ahí hay parte de lo que te decía del sonido de Gondomar, que es un sitio precioso por las noches, en verano es delicioso estar ahí, además Iván tiene un telescopio gigante, aunque aún no hemos visto ni un maldito ovni (risas). Lo cual volvemos a lo que decíamos antes: que éstos pasan de nosotros y toman el camino más largo para no tener que vernos, porque con el cacho telescopio que tiene este hombre en casa, no haber visto nada….
LBM – Top 5 para arreglar tu motocicleta espacial y surcar el espacio de nuevo.
Nico – A ver…
-Número 5: “Pale blue eyes” de la Velvet Underground. Esa tiene que estar.
-Número 4: “God save the queen” de los Sex Pistols. Me parece una canción perfecta.
-Número 3: “Elegant chaos” de Julian Cope. La pongo siempre cuando me preguntan porque queda súper hipster, porque es una canción que no controla ni Dios (risas). Es una canción de las que más me gusta, hice muchas versiones. Me acuerdo que la oí una vez en Santiago, cuando estudiaba y no me enteré de quien era; la busqué hasta que la encontré. Julian Cope es un pirado, es un tío que además es fan de otros músicos que también me gustan mucho.
-Número 2: “Waterloo Sunset” de los Kinks. Tengo mi versión en castellano, es preciosa y en vez de hablar de Londres habla de Vigo pero va perfectamente unida, está transcrita en lugar de traducida. Y no es que me esté tirando el moco, pero es que estaba muy fácil, es una canción preciosa.
-Número 1: “Strawberry Fields Forever” que creo que es la mejor canción que se ha hecho en la historia de la humanidad. Es la canción por la que daría mi brazo derecho y el izquierdo (risas). Hay que hacer dos tipos de listas: las canciones que te gustan y las que te hubiera molado haber hecho, y esa es la gran lista. Esta es la número uno de todas las listas. Es más, el otro día me regaló mi novia un disco de los Beatles de estos que son un desquicie para fans, delirante, y estaba muy bien porque son como tres CDs y una de las caras son como distintas tomas de Strawberry Fields Forever hasta llegar a la canción original, como fue evolucionando. Entonces está la grabación en Almería y se esboza la canción ahí y luego en Londres va añadiendo cosas, luego hay un solo de Paul Mccartney en el estudio y luego ya está una toma casi perfecta con la orquestación y su puta madre y entonces ya es el puto delirio porque llegas a la última versión. Y de hecho está en Youtube la evolución. Hay una parte que está él solo en su casa, tocando y le sale mal y dice “I can do it, I can do it”, empieza a tocarla y el tío la canta en ese momento que te mueres, es sobrenatural. Es acojonante. Esa canción se demasiado.
LBM – ¿Es verdad que cuando echas de menos ni siquiera el café te sale bien?
Nico – No es exactamente cuando echo de menos, sino cuando me ha pasado alguna movida, soy una persona muy hipocondriaca y muy inseguro. No puedo parar de darle vueltas a la cabeza, cualquier cosa me hace dale vueltas. Y entonces claro, si echas de menos a alguien, si tienes una cosa de estas en la cabeza, puedes servirte mal el café, puede salirte mal la colada, planchar una camisa, puedes quemar un calzoncillo… Puedes hacer mal cualquier cosa. Aparte yo soy muy, muy torpe, de hecho mi novia me llama Peter Sellers (risas), porque voy chocando con todo, me hago daño con todo… En moto nunca me ha pasado nada y toco madera. Pero vamos, como Clouseau, igual.
LBM – ¿Ver a alguien en todos los lados es señal inequívoca de que el amor te ha contratado?
Nico – A ver… El amor está pagando muchas cosas. Cuando te dedicas a esto de la música y más o menos sacas algo de pasta, sabes que el amor pagó ese pantalón, la guitarra, la chupa, un mes de luz… Entonces lógicamente más te vale que veas el amor en todos los lados, porque si no…
A ver, en serio, el 95% de las canciones, incluso las que no son de amor, son de amor. Es raro que haya una canción hecha por algo que no sea eso. O se hace con una intención que tiene que ver con el amor, o al menos con lo carnal o con algo más lúdico (risas). Pero yo creo que sí, que es el rollo de ver las cosas, es un poco el motor si te dedicas a la música. Es un poco de lo que hablas, cualquier canción que escribas va a hablar de eso, de esa persona, de ese acontecimiento, de ese marrón… Generalmente todo tiene que ver por culpa del puñetero amor. Así que al final más te vale que lo veas en todos los lados, si no es una especie de efecto paranormal, de poltergeist. Hay que tener el amor como a las psicofonías: un “algo” paranormal, algo que está ahí, que no sabes muy bien porque pasa, cuando pasa, como pasa… Es una de las grandes incógnitas de la humanidad. El amor es como los niños o como los perritos. A veces se trata como si fueran puñeteras postales de esas de Facebook, chungas, con un perrito monísimo. O esas frases de Rabindranath Tagore que te clava alguien de “el amor es como la arena, no sé qué de la playa y su puta madre” (risas). Todo eso es una especie de literatura muy barata y muy fea. Además es un fenómeno paranormal, tampoco hay que darle explicación, hay que saber convivir con él. Es parte de la ciencia ficción, de las psicofonías que hablábamos antes. Es lo único de lo que no ha hablado Cuarto Milenio desde que empezó (risas), pero tampoco me imagino a Iker Jimenez enfocando el tema, pero bueno… Es un poco eso.
«De vez en cuando conviene amarse a sí mismo, valorarse a sí mismo, porque si no tampoco vas a ser capaz de querer a nadie.» - Nico -
LBM – Cuatro pasos para llegar a decir “soy lo mejor que hay en mí”.
Nico – Eso puede parecer petulante y chulo. Hay momentos en que es importante hacer canciones del amor a sí mismo. Es como duplicar el efecto paranormal: el amor hacia uno mismo. Porque puede ser malinterpretado como egoísmo y tal. Pero cuando lo has pasado mal, te sientes solo, frustrado… hay que hacerse muy amigo de uno mismo, porque en algún momento dado, ves que eres lo único que tienes. Es una canción que pretende mostrar que lo único que me tengo soy yo y tú te has ido, me estoy enamorando de mí mismo y voy a llegar hasta el final. Es una canción pro egoísmo, el egoísmo como algo bien entendido. De vez en cuando conviene amarse a sí mismo, valorarse a sí mismo, porque si no tampoco vas a ser capaz de querer a nadie.
Otra cosa es que se te vaya la cabeza contigo mismo y tengamos un problema. Pero en todo caso, la vida araña mucho y hay que lamerse las heridas. Y no entiendo porque no hay canciones de amor hacia uno mismo, al menos de forma explícita, supongo que autocomplacientes habrá miles de ellas. ¿Por qué no yo?
El otro día me puse una canción antigua de “Los Enemigos”, “Qué bien me lo paso”, que va sobre una masturbación, pero dice que “te engañó conmigo mismo”. Es bastante más obscena que la mía, pero tenía su chicha. Todos los que nos dedicamos a la creación de esto necesitamos el beneplácito del público, que te doren la píldora y te digan que les gusta lo que haces. Y a veces hay momentos de soledad en los que necesitas eso, esa especie de cariño, así que te mimas a ti mismo y te cuidas. Es una canción hedonista a muerte, soy muy hedonista, pero reflexionando (risas).
LBM – Sentarse en el fondo del mar ¿es un buen método para reflexionar sobre cada vez?
Nico – Sí, sí. Yo cuando era pequeño y no sabía nadar, buceaba debajo de las sábanas. Como mi madre vio que era un poco rarito, me mandó a un cursillo de natación. Ese rollo me fascinó.
Había una serie que se llamaba “Viaje al fondo del mar», que es una serie muy valorada y yo flipaba con aquello, quería jugar a eso. Y bucear en la bañera es muy limitado (risas). Siempre hacia cosas delirantes como esa: bucear debajo de las sábanas. Entonces de mayor, las noches de insomnio que odio, empiezo a pensar y darle vueltas a las cosas. Y una vez pensé que antes ahí buceaba de puta madre, me lo pasaba genial y ahora no duermo y estoy con mis mierdas de adulto. Y me gustó el símil de cada vez que me siento a pensar en el fondo del mar cada vez que me he equivocado, era una imagen muy chula y por ahí tiré.
Aparte un niño nunca se quiere ir a dormir, se quiere quedar con los mayores porque no sabe que pasa por la noche y quieren saberlo y se esconden para verlo. Cuando llegas a adolescente quieres seguir viviendo la noche pero ya haciendo el mal (risas). Luego ya, lo que quieres por las noches es dormir. Y muchos músicos que conozco se acuestan a las 6 de la mañana, yo eso lo hacía de chaval. Pero a mí me encanta levantarme por las mañana y ponerme a hacer cosas y no dedicarme a nada que no sea la música para subsistir, las cosas de oficina y eso… Me gusta apagar el teléfono y estar grabando, y luego a la cama. Un día así es estupendo.
LBM – Recomendación musical
Nico – A ver, aparte del de Iván Ferreriro, otro disco que os recomiendo a gente que realmente merece más, como Syd Barrett que es un tío de Pink Floyd que se fue porque se volvió completamente loco. Sé que tiene una legión de fans enorme, pero me gustaría que la gente viera que es una música, perfecta, preciosa, que sale de la mente de él y me parece que es de puta madre. Es un tío que yo recomiendo sí o sí.
A ver… Morrissey, pero sin los Smiths, que los recomienda todo el mundo. Morrisey en solitario y ahora que está gordo y chocho y escribe autobiografías y dice unas barbaridades de la ostía. Pues así, ya solo por eso lo recomiendo.
Más cosas… Recomiendo los discos de los Beatles, los venda el País o no (risas). En vinilo. Todos. También los Rolling Stone de Brian Jones, los de cuando eran unos chicos jovencitos y flequilleros. Es uno de los tipos más interesantes que ha habido en la música, creo que era un cabrón pero tenía un talento del copón y fue el primero en utilizar instrumentos que no eran habituales en la música pop y los utilizó con mucho criterio.
Recomiendo a todos los músicos de Vigo. Os recomiendo los discos de Julián Hernández de Siniestro Total… El disco de Labios Santos… Los discos de todos mis amigos… porque Vigo es una ciudad muy fructífera en cuanto a música, pero los músicos que ahora se están dedicando a esto, no han tenido la suerte que han tenido otros en otras épocas. Como Maryland, que son una gente majísima. Niño y Pistola, Xoel López… todos son de la zona.
Recomiendo la música nacional porque estamos viviendo una época muy fascista, en el sentido de que estamos bajo una espesa masa que pone la cultura como si la gente que se dedica a ello fuéramos culpables de algo que no somos. Me refiero también a cineastas, a pintores, a escritores… Estamos tildados como de gente que no hace nada productivo, nada que sirva para algo. Y es verdad que una canción tampoco sirve para mucho o un cuadro. Pero creo que si no hay cuadros, si no hay libros, si no hay ballet, si no hay música, un país se queda en oficinas, gestorías y en equipos de fútbol, que está muy bien, pero si se tratara de un país que fuese pobre en el aspecto cultural pues poco se puede hacer. Pero es que no es así, en este país hubo siempre un alto nivel de arte, cultura y muchísimas facetas. Y lo peor de todo no es que no exista ahora, que haya crisis de talentos, es que parece que a nadie le interesa ni le importa. No se le puede echar la culpa solamente a los políticos, que lógicamente la derecha en este país nunca supo leer ni escribir y eso es un hecho; tampoco la izquierda nunca supo restar, ni sumar, ni multiplicar, pero bueno… Vosotros lo estáis viviendo en Madrid: como es la noche, las salas de concierto… Y eso es algo que se la suda directamente. Como la cultura no da votos, pues puede llegar un ministro de hacienda y decir que la cultura no funciona en este país no por el IVA sino porque las películas son una mierda. Si alguien dice eso desde el Gobierno o desde un puesto así, en otro país ya estaría fuera, pero fuera del partido entero. Entonces pues nada, es como decir que la medicina en este país no cura porque los médicos son unos burros. Imagínate al ministro de sanidad diciendo eso… Yo recomiendo a la gente que se dedica esto aunque no ganen un duro con ello, aunque perdamos todos pasta. Porque todos los músicos que nos dedicamos a esto estamos palmando pasta, no es que no ganemos, es que la perdemos. Hasta los cuatro músicos que pueden permitírselo, están perdiendo dinero por algún lado. Es duro. También os están jodiendo a los que os dedicáis a transmitir música. Nos están jodiendo a todos.
Lógicamente, me da igual el estilo o lo que sea, pero yo creo que ahora esto es un rollo de vida y muerte. Muchos hijos de mis colegas quieren ser músicos y no saben ni por donde empezar. En todo caso, yo pondría a los grupos de mis amigos, luego los grupos que a mí me gustan y luego los de todos los grupos que se dedican a esto, para que alguna vez mejore.
Gracias como siempre a La Paca porque en su saloncito estamos como en casa.