Sin querer caer en tópicos, ni ser redichos, Parque de Atracciones de Pasajero fue desde sus primeros pasos una oleada enérgica, que demostraba la consolidación de una banda con intenciones bien definidas. Su carrera de fondo en la música como individuos, había unido sus pasos y les daba la oportunidad a los cuatro de sumergirse en este proyecto con toda la experiencia de su lado. A día de hoy, seguimos agradeciendo que sus caminos se cruzaran, pues la música de Pasajero es tan vital que de no haberla tenido es probable que nos sintiésemos bastante incompletos. Con todo eso por bandera, es fácil que este, su segundo disco, les haya ayudado a alcanzar algunos objetivos que tal vez solo hubieran visto con miradas ensoñadoras cuando se juntaron por primera vez. México, festivales, compartir escenario con bandas reconocidas a nivel internacional, unos cuantos km más a sus espaldas y un cambio en sus filas, son algunas de las vivencias que han atesorado en este segundo asalto.

       El acceso al Parque de Atracciones se ha transformado en algo ilimitado. Algo que podremos disfrutar siempre que lo necesitemos, con la misma contundencia directa que nos hizo sentir por primera vez, pero decirle adiós también era necesario. El día había llegado y Madrid era la primera de las tres fechas que despedirían este disco. Olvidando el negro riguroso que suele acompañarles y con unos visuales a la altura de esta cita tan importante, comenzaban a cantarnos a bocajarro. Un Set List bien cargado y las intenciones muy sinceras eran las armas ocultas que acompañaban a su música. Madrid es hogar, es familia, son amigos, es un público que lleva ya tiempo haciendo suya cada letra, cada melodía y eso, se notó desde el principio. No todo era el vértigo y la emoción de las atracciones, las Radiografías también tenían su lugar y como no, brillaban más que nunca. La fecha estaba estudiada y ellos, nervios a parte, disfrutaron viéndonos cantar y saltar.

       Revolviendo conciencias se plantaban contra las injusticias, haciendo de sus canciones el eco de los más débiles. Amedrentarse ante los que intentan dominar a base de aplastarnos, nunca ha sido algo que fuera con ellos. Los gritos desgarradores de los que suele hacer gala Dani, sonaban tan profundos que esperamos que revolvieran la conciencia de más de uno en la quietud de su hogar.

       Con un boceto de lo que es posible que sea la continuación de esta historia, nos anunciaban que el tiempo tocaba su fin. Sabíamos que esto solo era un hasta luego, pero un cosquilleo ya nos hacía pensar en lo mucho que vamos a echarles de menos.

        Mañana, no está tan lejos ya.

Autor; Shara Sánchez

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