Por fin el verano ha llegado. Se ha abierto paso entre el frío y los días grises para llenar todo de color y de esplendor. Nos quitamos los abrigos, las prendas de manga larga y sacamos a pasear nuestro calzado veraniego. Entonces bambas Victoria nos sorprende organizando eventos maravillosos, en los que nos alimentan, nos calzan, nos agasajan y apoyan a la música en directo. ¿Quién no querría asistir a un evento así? Sobre todo si se para ello vuelves al Espacio El Invernadero. Con todo esto y nuestra invitación en la mano, acudíamos a la cita que protagonizaban Lucia Scansetti, Rebeca Khamlichi y Paula Sifora.
Desde el principio se respiraba la calma de un viernes tarde en el que el plan es ocio. En la entrada de El Invernadero los principales responsables del evento nos recibían con nuestro par de bambas inmaculadas esperando ser garabateadas por las artistas. Un refrigerio para calmar el calor aplastante y buena música. Con todas las ganas reunidas, nos dedicábamos a elegir que bambas calzaremos para los festivales de verano que están a la vuelta de la esquina. Mientras apurábamos una limonada, Lucia y sus fieles Álex, a la guitarra y batería respectivamente, hacían aparición sobre el escenario improvisado para la ocasión.
Lucía rebosa talento y belleza, por fuera y por dentro. En pocos minutos había dejado mudos a todos los asistentes, incluso hacía un pacto consigo misma ella para no hablar de más durante el concierto, apenas podía mantenerlo puesto que deseaba a toda costa contarnos los pormenores de sus canciones. Con precisos y contundentes movimientos tocaba el piano, y la gracia de su voz se hacía dueña de todos nosotros. En un repertorio cortito le daba tiempo a mostrarnos aquellas canciones que podemos ver en sus redes sociales, y lograba engancharnos a aquello que vendrá, puesto que su idea es grabar un disco pronto. Su edad es inversamente proporcional a su talento y a su calidad musical y demuestra sus estudios de piano con gracia. Tenemos claro que a partir de ahora haremos esfuerzos por reencontrarnos con su música.
Recogíamos nuestras Victoria, y encontrábamos el barbacas más famoso pintado por Rebeca en ellas, muy cerquita de su firma, y sin saber si algún día nos las pondremos para pisar el gris asfalto madrileño, nos llevábamos, además de una experiencia enriquecedora culturalmente hablando, una obra de arte más a nuestro “Khamlichimuseo”. No sin antes dar un beso y las gracias a los organizadores del evento, y a Sara y Brian responsables de El Invernadero, que siempre nos reciben con una sonrisa.
Autor; Shara Sánchez