Noviembre ha sido un mes de no parar, con la agenda de un lado a otro, buscando los mejores conciertos, renunciando a otros muchos por la imposibilidad (al menos de momento) de estar en dos sitios a la vez. Después de todo ese ajetreo, pensábamos cerrar este mes de locos dejando que se consumieran las horas placenteramente mientras preparábamos los contenidos de un diciembre que viene no menos cargado. Pero nos era imposible renunciar a la última propuesta de Let´s Show para cerrar el mes. La contundencia rock de Renomo y Viva Suecia, se posaba en El perro con ese aire oscuro que acompaña a ambas bandas.
La recomendación de Viva Suecia nos llegaba directamente de la organización de Let´s Show, obedientes hacíamos caso y poníamos escucha a una banda de la que solo sabíamos que llegaban desde Murcia. Hay un placer de proporciones indescriptibles en escuchar música por primera vez y que te atrapen. Es una sensación de haber encontrado un nuevo lugar de confort dentro de las composiciones y el mundo de otros. Gracias a ellos conseguíamos exactamente eso.
En directo, ese amor a primera escucha que habíamos tenido con los murcianos se multiplicaba y se elevaba. Superaban nuestras expectativas entre guitarrones de dimensiones espectaculares, distorsiones y un aire Grunge que parecía haber salido del epicentro de la oscuridad. Cantando en un castellano claro, sincero y con letras más bien escasas, dejaban lugar a la música, dejando que flotase y callase al parlanchín público de la noche. La concentración sobre el escenario podía palparse desde abajo, las palabras cruzadas eran pocas; habían prometido una de sus mejores noches y, aunque no hemos presenciado otras, damos fe de que esta fue delirante musicalmente hablando.
Renomo son viejos conocidos de Let´s Show, el primer concierto después de que su disco viese la luz fue bajo su organización y puede que por eso un sentimiento de “todo bajo control” subiera también al escenario. Pero si hay algo por lo que se caracteriza esta banda es por llevar atada con hilo de plata la cultura, tienen grabado a fuego ese querer llegar más allá en lo especial, cuidando hasta los últimos detalles. Para demostrarlo repetían la experiencia de llevar con ellos a una traductora de lenguaje de signos que, simultáneamente a su concierto, iba traduciendo las letras de las canciones. La atmosfera que generaban sus movimientos y expresiones a la vez que Renomo cantaban sobre el miedo, hacía que todos los asistentes dividiesen su atención, mirando con detenimiento todo lo que era capaz de narrar sin un solo sonido.
La formación que vimos hace ya meses dar sus primeros pasos es un grupo totalmente consolidado, incluso Jon, el último en subir al barco, desprende ese halo de camaradería que se ve reflejado en la música, en la manera de ocupar el espacio sobre el escenario, pero sobre todo en el disfrute. Las canciones llevan su propio rodaje, suenan más intensas si cabe, con todas sus atmosferas empastadas, pues dentro de la música de Renomo hay mucho donde bucear. Invitaban a Odette, de Penny Necklace a cantar con ellos, y a pesar de lo extraño que se nos antojaba el hecho de escuchar su voz en castellano, quedaba tan envuelta en dentro de la composición y el orden de los de Aranjuez, que nos dejábamos llevar.
Al día siguiente, Renomo, en sus redes sociales, daban las gracias por apostar por las bandas que quieren ser escuchadas, pero en realidad es al revés; Gracias a música como la vuestra, que se sale de lo estándar, hay muchos que queremos escuchar.
Autor; Shara Sánchez
Pics; Toe