Con una iniciativa bastante atractiva para todos sus seguidores, Supersubmarina sacaban a la venta sus entradas para Madrid. El ya habitual Meet and Great, una entrada combinada para Acústico y Eléctrico y las entradas de toda la vida.
Así que pensando que dos es mejor que uno, nosotros nos decidimos por el acústico, y el eléctrico del jueves.
Comenzaban el Show con la tranquilidad de sentirse en casa, pues la gente de Independance, ha dado siempre a los de Jaén la oportunidad de realizar en su sala todas las ideas que saliesen de la mente de ambos. Confesándonos que era el tercer concierto acústico de su carrera, comenzaban a tocar, con sonrisas y miradas entre ellos; Una buena dosis complicidad se respira en el ambiente cuando se suben al escenario.
Abrían la noche con El encuentro, y un Set list cortito, de 13 canciones, entre las que se encontraban sus éxitos más conocidos, como Niebla, Supersubmarina, que se mezclaban con canciones como OCB y Emperatriz, que no tenemos la suerte de escuchar tan a menudo.
A pesar de la afirmación de su poca experiencia en conciertos acústicos, no dejaron de poner en práctica, lo que ellos mismos denominaron como “experimentos del directo” y Chino se puso a los mandos del teclado para dar una versión diferente de algunos de los temas. Animaron al público a coger las riendas de algunas canciones y cantar a pleno pulmón. Como en Hogueras, en la que bromearon, que en los eléctricos de los días posteriores no iban a dejar que cantaran “tan bajito”, al grito de Madrid está cantando.
Se despedían con el agridulce sabor de que a pesar de que todos hubiésemos estado allí por un par de horas más, nos darían todo en miércoles y jueves.
Eléctrico, Jueves, La Riviera.
Entradas agotadas, una cola para acceder al recinto que asustaba, y muchas ganas, era el panorama que se podía vivir antes del concierto.
Suavemente, con los primeros acordes de Para dormir cuando no estés, la música inundaba La Riviera. Al grito de; “Somos de Baeza, Jaén, y somos Supersubmarina”, los jienenses cambiaban el tercio y cedían el protagonismo a Ana, esa chica de moral dispersa que tantas alegrías les ha dado. Demostrando porque son uno de los grupos del panorama actual que más directos acumulan en su haber, y dejando claro que sus fans conocen los temas de sus discos, llegaban El baile de los muertos, IN Granada.
Después de algunos temas de su disco más reciente, volvían a su lado más suave con De las dudas infinitas, aunque poco puede durar ese lado tierno y tranquilo en su repertorio, pues la energía se desbordaba de nuevo con Supersubmarina, o Technicolor. Su Ola de calor, nos cogía a todos ya bien sofocados, y subía la temperatura de una Riviera a punto de estallar.
Agradecidos, nombraban a los miembros de su equipo, agencia de contratación, y hasta la última persona que les acompañan, pues saben muy bien que de no ser por el apoyo recibido por todos ellos, no habrían podido dar ese concierto, ni muchos otros. Todo esto lo decía, dejando claro iba a intentar poner el acento menos marcado posible, para que todos le entendiésemos. Aunque la verdad, mala suerte para el que diga que no les entiende porque estos chicos tan sencillos, hablan un idioma universal que es la música.
Niebla, con una Riviera divida desde la palmera, (por primera vez esa palmera sirve para algo a parte de quitar visión), cantando, bajo la batuta de un divertido Chino que nos comparaba con los asistentes del día anterior.
Para poner el broche de oro, XXI y Cientocero. Así nos íbamos a casa. Después de haber disfrutado de un íntimo acústico y un potente eléctrico de un grupo de Baeza, Jaén, Supersubmarina.