A las diez de la noche del último jueves del año 2013, la tarraconense sala El Cau abría sus puertas. Durante los siguientes veinte minutos la sala se fue llenando de forma gradual y las cervezas empezaban a correr por encima de la barra. Acto seguido, Tachenko subían al escenario para sumirnos en el huracán de su directo. A pesar de que Sebas Puente se hubiera levantado con fiebre, su voz sonó impecable durante la hora y media de concierto en la que se fue alternando la voz cantante con el ex-Niño Gusano Sergio Vinadé, con el que también se fue intercambiando las guitarras, alternando la dulzura de la acústica con la garra de la electricidad. A los dos miembros mencionados les acompañaba Libi (David García) al bajo y teclados.
Sergio reconoció no haber estado en la ciudad desde unos ocho años atrás, cuando vino para tocar en un local del puerto con El Niño Gusano, pero la espera le mereció la pena a Tarragona, pues pudimos presenciar el concierto de unos Tachenko que no se dejaron nada en el tintero.
Compensando la ausencia de batería con una caja de ritmos, el grupo zaragozano desgranó toda su discografía con temas cómo Huracán, El Coche Real o Mordekay, ‘Un Halcón Muy Guay’ de su primer álbum con los que empezaron el concierto hasta sus más nuevos “melocotonazos”.
Con Mundo Apache, Tachenko consiguieron romper el hielo con el público, e incluso se plantearon volver a tocarla, debido a la aceptación que tuvo entre el gentío que llenábamos la sala. A partir de ese momento, el concierto fue in crescendo, la emoción, las ganas de cantar y bailar fueron aumentando por ambas partes de forma exponencial. Llegaba el turno para Mi Amor, Las Mayorías, extraída del disco Amor y las mayorías, publicado a principios de este año 2013. Según Libi, hay mucha diferencia entre el significado de Amor y mayorías y el de Mi amor, las mayorías, aunque Vinadé opina que lo mismo da una cosa que otra. Defendiendo la postura de que amor y mayorías son dos términos que no tienen nada que ver, aprovecharon para presentar la siguiente canción, Suerte y relámpago, otros dos conceptos cuyos caminos ni se rozan. De éste último tema, Tachenko extrajeron el concepto de “la fuerza sexy” que más tarde utilizarían para dar nombre a su recién estrenado E.P., que presentaron partiéndonos en dos con Estado policial. Para los bises quedaron temas cómo El tiempo en los Urales ó Dame una pista, con los que el público se entregó al máximo hasta el final del concierto.
Tachenko no quieren sonar modernos, y no seré yo quien juzgue su sonido, moderno o no, pero a lo que sí suenan es a ser músicos con mucho talento y años aprendiendo y enriqueciéndose sobre las tablas. Lo que es seguro es que en Tarragona dieron una lección de que saben hacer muy bien lo que hacen.
Autor; Albert Solé