Foto: Noemí Elías
Ramón Rodríguez es un artista versátil con una gran capacidad para emocionar y sobre todo para sacarnos lo de lo cómodo sin demasiadas florituras. Una extensa carrera bajo el nombre de The New Raemon le precede y aunque hace unos meses repasábamos con él su memoria contándoos que también es un poco la nuestra, esos conciertos solo le han servido para coger fuerzas y volver a la carga renovado con un nuevo trabajo que lleva por título Una Canción de Cuna Entre Tempestades.
Ya hemos conocido tres canciones de este disco, que saldrá de forma completa el próximo 9 de noviembre. En él, Ramón nos reafirma que sigue teniendo la capacidad para sacar a relucir esa empatía que consigue que las canciones se conviertan en una parte de nosotros mismos. Además de la fecha en la que verá la luz el disco, nos propone desde ya dos citas a marcar en el calendario:
8 de noviembre SALA BUT – Madrid
15 de noviembre SALA APOLO – Barcelona
Tener una excusa para citarnos con él, tomar un café y charlar, siempre es una ventaja que no dudamos en aprovechar. Aquí podéis leer todas las inquietudes que extraemos de estas nuevas canciones.
LBM- ¿A qué tempestades hay que cantarles una canción de cuna?
Ramón– A las que quieras, básicamente. A veces hay tempestades suaves que merecen también canciones, no siempre tienen que ser intensas.
LBM- ¿Con qué te orientas más con una buena brújula o con unos ojos que brillan más que el sol?
Ramón– Sin duda con los ojos. Es bueno tener una luz de referencia.
LBM- ¿Qué habita en lo singular y por qué te quieres quedar ahí?
Ramón– Esa canción habla de los paseos que doy con mi hijo. Son momentos en los que te metes en su mundo y manda él. Es su universo, porque él no está en el nuestro, vive en el suyo particular.
LBM- Entonces no nos digas más… ya sabemos la razón para querer quedarte ahí (risas).
LBM- ¿Qué desgasta más correr o bailar?
Ramón–La verdad es que ni corro ni bailo, porque soy cojo, pero sí estoy con una persona que baila y veo que requiere un esfuerzo brutal.
LBM- ¿Cuándo te das cuenta de las cosas que no sirven para nada te quitas un peso de encima?
Ramón– Hay que ser consciente de que las cosas importan en la medida que te lo tomes tú. Debemos aprender a ser pragmáticos.
LBM- ¿Cuál ha sido el mayor “A la mierda con todo” de The New Raemon?
Ramón– Yo creo que hacer lo que tú quieres o hacer las cosas de una forma en la que consideras que estás haciendo lo correcto es un “a la mierda continuo”, así que podría decir que mi carrera entera. Es más sacrificado, pero está bien salir de la norma habitual y saltarnos las reglas con las que no estamos de acuerdo.
LBM- Si la vida está llena de posibles finales ¿es buena idea estar preparado para cuando el día llegue?
Ramón– Debemos estar preparados porque nunca sabemos en qué momento va a llegar nuestro final. Me gusta pensar que he hecho las cosas lo mejor que he podido, que de eso se trata.
Cuando era pequeño había una canción de Iron Maiden que me gustaba mucho que decía “as soon as you’re born you’re dying”. Eso es así, tan pronto como naces ya estás muriendo. No debemos considerar la muerte como un tabú, forma parte de un viaje.
«Hacer lo que tú quieres o hacer las cosas de una forma en la que consideras que estás haciendo lo correcto es un ¡A la mierda! continuo.«
-The New Raemon-
LBM- ¿Tu carrera musical en qué punto está en el de vengo o en el de voy?
Ramón– En un punto en el que estoy cómodo porque mi música no es novedad y no tengo que demostrar nada. Llega un momento en el que te quitas un peso de encima porque no tienes la presión de hacer la “gran obra”, solo tienes que hacer las cosas lo mejor que puedas o ir un poquito más allá.
LBM- La verdad que siempre estás haciendo cosas, es sorprendente tu capacidad.
Ramón– No me gusta parar mucho porque luego me cuesta arrancar, procuro que no pase nunca más de un año. La parte creativa del ser humano debe estar siempre a medio gas.
LBM- ¿Qué cuerpos celestiales dan forma a tu galaxia particular?
Ramón– Pues creo que los discos podrían ser constelaciones y las canciones estrellas, pero lo cierto es que no tengo ni idea.
En el disco, cuando recurro a las galaxias o a las estrellas, lo hago porque siento que son cosas cercanas que están ahí y en las que no reparamos. Me gusta que las canciones que componen mi trabajo sean todas naturales, no recurro a efectos de voz, me gusta grabar las cosas como suenan, que no sea perfecto y contenga ese toque más humano.
Un disco son personas tocando en una habitación y como tal quiero que suene.
LBM- Estar en el centro del baile y ser el objeto de todas las miradas ¿es incómodo o gratificante?
Ramón– No le doy importancia a eso. Cuando estoy en el escenario siempre pienso que si me meto lo máximo en la canción y me dejo llevar por las emociones, la gente se emocionará del mismo modo que lo hago yo.
No me gusta que me hagan fotos, no salgo en los videoclips, sinceramente creo que no es lo mío. Lo mío es interpretar mis canciones.
LBM- ¿El as en la manga te ha hecho volver a ganar la partida?
Ramón– La partida nunca se gana, esa es la gracia. No se acaba nunca porque siempre hay facturas que pagar. Si todo nos fuera siempre bien la vida sería muy aburrida, parte de la gracia está en perder de cuando en cuando.
LBM- Y ya solo nos queda una duda… ¿es la voz de tu hijo la que suena al final de esta canción?
Ramón– Sí, es la voz de mi hijo cantando una canción de Chuck Berry. La primera vez que cantó Route 66 de Chuck Berry, para ser exactos (risas).