Justo en medio de esta Deriva que está llevando a Vetusta Morla de un lado a otro de nuestro país, y con vistas a uno de los puertos mallorquines más emblemáticos, teníamos la oportunidad de charlar con Guille Galván acerca de algunas de las inquietudes que nos provocan sus canciones.
Con la libreta repleta de ideas, descartábamos todas aquellas que nos parecían superfluas, y dejábamos desnudas, esperando su respuesta, las que más nos resonaban. Con una destreza increíble era capaz, en un rato, de desgranar para nosotros esta Deriva que sin duda es uno de los Top de nuestra BSO.
LBM – ¿Nuestra salida inventada llevará señales o letreros luminosos para que nos quede bien claro dónde está situada?
Guille – No, yo creo que las mejores salidas son las que aparecen entre las sombras o por el bosque. Cuando está demasiado clara esa salida probablemente pierda la gracia. Lo bueno de las salidas muchas veces es el camino, esa búsqueda que te lleva hasta ella y el aprendizaje que vas acumulando hasta ese punto. Por eso creo que son más interesantes aquellas que están ocultas.
LBM – ¿Es mejor inventarse salidas o guaridas?
Guille – Yo creo que para encontrar una salida siempre hay que haber pasado por una guarida. Para mí las guaridas son lugares de refugio, de descanso, de reflexión, y por lo tanto puntos previos a echar a correr y a salir. Por eso creo que son complementarios.
LBM – ¿La clave para recuperar las ganas de vencer está en uno mismo?
Guille – Sí, por supuesto. En uno mismo y en los que te rodean y te apoyan para hacerlo. Tenemos una conciencia muy de equipo, como norma general, y una victoria de equipo siempre es más potente que una en solitario.
LBM -¿Un gran angular nos permite ver aquello que no podemos ver sin despertar?
Guille – Sí, un gran angular te permite tener una visión mucho más amplia de la realidad y te da la opción de tener un punto de vista casi omnisciente, en sueño o en vigilia. Cuando de pronto tomas consciencia de lo que está sucediendo, puede tener que ver con percepciones de antes de despertar, por eso creo que es un estado que abarca tanto el sueño como la vigilia.
LBM – ¿Existe algo que desees sin haberlo conocido?
Guille – Yo creo hay cosas que se desean que tienen que ver más con la intuición que con la certeza. Por eso sí que añades, o buscas, ciertas sensaciones, estados, que has tenido y que no sabes cómo volver a ellos, y conoces algo, o alguien, que hace que puedas volver a recuperarlos.
«Yo creo que las canciones son salvoconductos emocionales, te transportan de una emoción a otra o de una sensación a otra, son pequeños artefactos o pasadizos que hacen que te muevas por las diferentes emociones» - Guille -
LBM – ¿Qué hay alrededor del fuego que guardas tú?
Guille – Lo más valioso que tenemos. Cada uno lo definirá de forma diferente, pero al final lo que hace que prendamos como seres humanos, da calor, energía y luz, es algo que nos pertenece y nadie nos puede quitar.
LBM – Top 5 para que la fiesta sea mayor.
Guille – Wouldn´t it be nice? De los Beach Boys .
Toro de Columpio Asesino.
Waterloo Sunset de los Kinks
Kids de MGMT y Summertime Blues que hay ochenta mil versiones.
¡Qué difícil! Es muy temprano para esto (risas)
LBM – ¿Llegar tan alto provoca mal de alturas?
Guille – La altura a la que estás es relativa a la altura del suelo que pisas. Yo procuro, personalmente, que cuando más alto subo, más alto esté también donde piso. Por lo tanto no hay tanta diferencia entre la cabeza y el cable a tierra. Sí que es verdad que hay muchas situaciones, que ya no por el éxito, o por la fama, sino que te afectan a nivel emocional. Como cuando estás viviendo algo muy muy intensamente y te tienes que desprender de ello y volver a una rutina distinta.
Tenemos un trabajo de privilegiados que nos permite estar, conocer y viajar a lugares increíbles, pero también tenemos muchas situaciones cotidianas y son igual de maravillosas. El cambio de unos estados a otros es lo que estreses genera.
LBM – ¿Son las salas de espera el lugar de los valientes?
Guille – Probablemente. A todos los que le toca estar en una sala de espera, tanto física como mental, necesita una buena carga de paciencia y valor. Al final, es aprendizaje y autocontrol.
LBM – ¿Cuál es el momento en el duelo en el que te das cuenta que no es tu hogar?
Guille – Cuando te desprendes de las ataduras emocionales que son las que te confunden y te hacen pensar que eres lo que te ata o lo que te rodea y que solo tiene que ver contigo y no con algo que te has creado o te has impuesto. Esa frase tiene que ver con soltar, con dejar atrás el duelo de una pena que has llevado colgada durante mucho tiempo y sacarla de casa.
LBM – ¿Qué escribirías en el salvoconducto?
Guille – Pondría una canción, no escribiría. Yo creo que las canciones son salvoconductos emocionales, te transportan de una emoción a otra o de una sensación a otra, son pequeños artefactos o pasadizos que hacen que te muevas por las diferentes emociones.
LBM – ¿Ir a contra pedal es la única manera de no hundirse en lo general?
Guille – Es un tipo de guarida también. Es así como el momento previo a darle fuerte y a escaparte, o a dejarte llevar en una bajada para ver el paisaje. Es un momento importante para no hacer lo que se supone que tienes que hacer que es seguir campeando.
LBM – Bueno, pues ya solo nos queda que nos digas una recomendación musical.
Guille – Pues yo escucho a León Benavente, que no son precisamente chavalines nuevos en esto, pero que tienen un directo estupendo, y una banda con la que hemos coincidido mucho en México, que se llaman Reyno, son tres chavales y es música a tener en cuenta.