Para nosotros el WIC es un referente. Con sus ideales marcados a fuego, su amor por la música y el equipo perfecto, Víctor, Angie y Larry, luchan con orgullo para llevar la mejor música a Segovia pensando únicamente en el beneficio emocional y cultural que obtendrán a cambio. En todas estas ediciones que han ido sumando, muchos como nosotros, cansados hasta la saciedad de lo convencional, hemos encontrado en el WIC una vía de escape a lo impuesto.Su ciclo no solo es un ciclo de conciertos, es una reafirmación de un estilo de vida. Sentar a Víctor, el estandarte del WIC, en nuestra Butaca fue una enorme responsabilidad, pues queríamos que esta charla tuviese el mismo espíritu que su proyecto. Después de muchas cañas, de muchas horas de hablar de música, creemos más (si cabe) en la autenticidad del WIC.
LBM– ¿Qué hay detrás de las siglas WIC?
Víctor– Winter Indie City, básicamente una historia que nos inventamos para traer las bandas que nos gustaban a Segovia, donde no había ninguna opción parecida. Así de claro (risas).
LBM– ¿Todas las calzadas romanas conducen al WIC?
Víctor– Ojalá. Lo cierto es que cada vez más gente las recorre y eso siempre nos hace sentir bien. Cada vez van poniendo más adoquines, como las baldosas amarillas del Mago de Oz (risas).
LBM– ¿Qué tienen que tener los valientes artistas que las recorren?
Víctor– Ganas de pasarlo bien, mucho apetito y actitud.
LBM– ¿Cómo narices defendemos el concepto «indie» en medio de tanto mal uso?
Víctor– El “indie” es una filosofía de vida, no un sonido. Hemos mal usado la palabra sin darnos cuenta de que en realidad viene a decir que es un concepto: hacer las cosas que sientes y que te salen de donde tienen que salir. Un referente para nosotros en esto es Steve Albini, que cuando un grupo quiere que les produzca lo primero que hace es preguntar quién lo va a pagar, si lo paga el grupo a lo mejor lo hace gratis, si lo paga una discográfica y más si es una multinacional, no se corta con los honorarios. La independencia es eso, hacer lo que dé la gana y depende de quién te pida las cosas, portarte bien o portarte como se portan ellos, como auténticos cabrones.
LBM– ¿Cuántas cosas han cambiado desde la primera vez que dijisteis vamos a comenzar con el WIC?
Víctor– Pocas o ninguna (risas). Bueno, ahora tenemos más fieles, dentro y fuera de Segovia. La gente ha aprendido que este es un gran plan, venir a comer, pasar el día y ver buena música.En la forma de pensar, nuestra filosofía… no ha cambiado nada. Esto es un hobby, una pasión, y seguimos sintiéndolo de la misma manera. Aunque los medios nos hagan más caso y las bandas nos conozcan y no piensen que somos unos locos.
El “indie” es una filosofía de vida, no un sonido.
Hemos mal usado la palabra sin darnos cuenta de que en realidad viene a decir que es un concepto: hacer las cosas que sientes y que te salen de donde tienen que salir.
– Víctor-
LBM– Háblanos sobre esa banda que estuvo en el WIC y dijisteis… van a triunfar.
Víctor– León Benavente o Julio de la Rosa, con sus Goya… Pero se merecerían triunfar absolutamente todas las que han pasado por nuestros escenarios, solo por el hecho de haber participado en esta humilde iniciativa.
LBM– ¿Qué cualidades sentís que están en desuso en la escena musical española?
Víctor– La honestidad. Ahora se lleva mucho el tema de contratar a artistas por la rentabilidad económica que te van a dar, las cosas que van lograr en los parques de atracciones que llamamos festivales. Es mucho más importante que cuando te pongas el disco de un artista te haga sentir algo, te diga cosas, te transporte.
LBM– Cuando no hay un motivo económico, ¿qué es lo que impulsa a seguir hacia delante?
Víctor– La cerveza San Frutos (risas). La verdad es que el WIC nos ayuda a levantarnos, a pensar en discos, en música, en tiempos pretéritos… un montón de cosas. Sinceramente el WIC ocupa mucho de nuestro tiempo con motivación y un buen número de alegrías. Muchas veces digo “ey, como mola ese grupo, ¡lo traigo!” luego pienso “no lo conoce nadie” y al minuto, “me da igual, me gusta a mí”. En muchas ocasiones pienso que cuando tenga 70/80 años (si llego) y recuerde todo lo que hemos hecho, a la gente que hemos conocido, a las bandas con las que he tenido el placer de coincidir, podré buscar un disco y ver que está firmado con una dedicatoria recordando la maravilla que fue pasar ese momento con esa banda. Ese disco te transportará a ese momento.
LBM– Pregunta John Connor: si tu yo del futuro viaja al pasado para darte dos consejos, ¿Cuáles serían?
Víctor– Bebe más cerveza y no hagas caso a tu yo del futuro (risas).