El pasado viernes tuvimos la oportunidad de sentarnos cara a cara con Xoel López. La sencillez de este gallego, cuya carrera musical ha ido evolucionando a la vez que nosotros madurábamos como personas, hizo del momento una experiencia única. Con aire procedente del Atlántico, pero siendo la misma persona, y el mismo músico que siempre nos ha cautivado, nos contó esos detalles y secretos que se esconden tras las letras de este trabajo que ha viajado de punta a punta por todo el mundo y ahora vuelve a casa.
LBM – ¿El verdadero lujo es encontrarse a uno mismo y no importa la orilla, el país, la costa o la ciudad donde te encuentres?
Xoel – Sí, claro, por supuesto. De hecho me preguntan muchas veces si esta nueva etapa marca una diferencia clarísima con la anterior. Yo siempre veo el hilo conductor, la esencia, siempre me veo a mí. Yo no siento que haya tanta diferencia entre una cosa y la otra. Si te paras a fijarte en lo esencial, es casi lo mismo: que está en Deluxe, en Xoel López, en Lovely Luna en la parte que me toca o incluso en el pasado en Elephant Band. Yo siento que siempre hay una búsqueda similar y una idea más allá de lo estético, de lo musical, de si hay una conga, una batería o una guitarra eléctrica o una española, que sigue presente.
LBM – ¿Cómo es el rostro que asoma la luna al otro lado del mundo?
Xoel – Diferente ya lo dije, ¿no? (risas) Es que es curioso porque es una metáfora que nace de lo explícito, o sea, realmente yo miré la luna y vi que era distinta. Aquí es como un tío haciendo “uh” y allí es como un osito panda, es distinto, es muy diferente. Y obviamente en ese contexto parece que es una metáfora, pero es que realmente es así. Se ve diferente, como la ves desde otro hemisferio es distinta.
LBM – ¿Qué ocurre cuando el sueño de alcanzar la playa se cumple por fin? ¿Pierdes una parte de ti mismo?
Xoel – No. Cuando alcanzas la playa sigues corriendo hasta alcanzar la otra que está al otro lado. Y luego vas nadando hacia la otra y al final lo importante es que haya camino. Y en mi caso sería “caminante no hay camino, se hace camino al navegar” o algo así. Yo me crié en la costa, entonces el mar siempre es una referencia. Me imagino en un barco y aparece esa idea de alcanzar la playa. Siempre me imagino que estoy en un barco: esos versos son de un tipo que está en un barco y está mirando a tierra. Entonces yo creo que esas referencias al mar aparecen inevitablemente por haber nacido en un puerto. El mar tiene mucha fuerza en el imaginario a la hora de escribir, aparece aunque no quieras, está ahí siempre. Cada uno busca en la naturaleza lo que le pasa dentro y yo pienso más en eso: en la costa, en el horizonte, en las olas, en los faros…
LBM – ¿EL hombre de ninguna parte nace o se hace?
Xoel – Se hace. Pero por ejemplo yo me considero más “hombre de mucho” que de ninguna parte. Esa canción, esa letra, surge en un momento de desorientación. Sin embargo, si tuviera que decir más allá de la canción lo que yo me siento, es un hombre de muchos lugares. Fundamentalmente de donde nací, porque es lo que me marcó para siempre, me siento profundamente de ese lugar, pero creo que podría llegar a amar cualquier lugar que llegase a conocer. Y todos los lugares que he conocido en mi vida los amo un poco.
LBM – ¿Has encontrado tu castillo hermoso en la cima de la montaña?
Xoel – Sí, sí, claro que sí.
LBM – Danos un manual para saltar las estaciones y no salir mojado ni de piedra.
Xoel – Yo creo que es fundamental llevar un paraguas (risas). Realmente para saltar estaciones, que en mi caso la metáfora me lleva a pensar qué por qué yo escribí eso y es porque probablemente estaba viajando de un hemisferio a otro y eso curiosamente me hacía cambiar de clima de un día para otro. Pero sobre todo me quedo con la idea de los viajes. Yo creo que lo fundamental es estar abierto y no ponerse a comparar, sino disfrutar de cada lugar con las cosas buenas y las malas de cada sitio sin pretender que sean como tu lugar. Y empaparse, dejase llevar; es fundamental que la cosa fluya.
LBM – Top cinco de canciones para afilar un amor desafinado.
Xoel – Hiláis fino con la metáfora… (risas). Jo, qué difícil. A ver…
– “Come to me” de Otis Redding.
– “Ole papa” de Josele Santiago.
– “Dream” de los Everly Brothers.
– “Stop in the name of love” the Supremes.
–“El reloj” de Roberto Cantoral.
LBM – ¿El viento del Atlántico llega porque realmente estabas cansado de estar cansado?
Xoel – Bueno, es una exageración. Yo creo que no llegué a cansarme del todo, pero sí le vi las orejas al lobo. Entonces pensé que lo más inteligente era hacer algo así antes de que llegara el momento fatal. Yo creo que en ese sentido me adelanté un poco y creo que tomé una buena decisión. Aunque en el momento mucha gente lo ponía en duda y me decía que si estaba loco, creo que estuvo bien y lo volvería a hacer. Creo que seguir a mi corazón me sirvió para, por lo menos, estar contento por haber hecho lo que yo quería.
LBM – ¿Los amores pasados del ayer nos hacen ser menos ciegos hoy?
Xoel – Sí, obviamente sí, claro que sí. En general, todas las experiencias. Es más, incluso las malas experiencias que se consideran tan terribles, tienen una parte positiva que es el aprendizaje. De hecho, muchas veces se aprende más con determinados palos que con las caricias. Pero bueno, hay que vivir de las caricias (risas).
LBM – ¿Las postales desde Nueva York llegan antes cuando el franqueo está pagado con esfuerzo y dedicación?
Xoel – Claro, sí, sí. Sobre todo yo creo que es el esfuerzo y la dedicación lo que me ha permitido mandar una postal desde Nueva York. Porque yo me fui en principio como una época sabática, que me pude permitir porque había trabajado muy duro. Entonces sí, claro.
LBM – Si unos lo llaman fe y otros necesidad, ¿cómo lo llamas tú? ¿Y lo has encontrado?
Xoel – Amor. Sí, lo he encontrado, claro que sí.
LBM – Al igual que el joven poeta ¿haces sangrar tu pluma para descansar el alma?
Xoel – Sí, sí. Esa idea de que la escritura, la música en mi caso sí que es una especie de salvación o lo fue en un momento. Ahora es ya una forma de vida y me ayuda a canalizar mis sentimientos, a sacar incluso cosas que ni yo sé que tengo dentro; porque a veces en la escritura hay una cosa mágica que no sabes de donde viene. Y también a ordenar mis sentimientos y mis ideas. Y por lo tanto, sí.
LBM – Recomendación musical.
Xoel – Mira, os voy a recomendar a David Quinzán y a Franny Glass. Son dos compositores a los que tuve la suerte de producir yo. Y precisamente he llegado a conocerlos porque me encantaban y quiero pensar que a lo mejor a la gente le pueden gustar.