El huracán bajo el nombre de Yawners no solo ha llegado para quedarse, cada día avanza sobre más y más escenarios, consiguiendo en todos ellos que el público se rinda ante su sonido guitarrero lleno de referencias de los 90. Elena y Martín han logrado que su música traspase fronteras, que nadie tenga en cuenta algo que estigmatiza a tantas otras bandas como no cantar en el idioma patrio y, sobre todo, han logrado hacerse un hueco en el inaccesible circuito festivalero. Cada uno de estos pasos nos lleva a afirmar casi con total seguridad que Yawners son una de las bandas revelación de nuestra música.
Su primer largo lleva por título Just Calm Down y con él abandonan la filosofía DIY para pasar a formar parte de La Castanya. De ese trabajo, charlamos una calurosa tarde madrileña con Elena:
LBM- De cero a Arco Iris, ¿dónde se encuentra Yawners como banda ahora mismo?
Elena– Pues la situación actual del proyecto ha cambiado muchísimo en el último año. Empecé a finales del 2014 de una manera auto-gestionada y muy DIY, en España y en Alemania. Yo gestionaba las giras, editamos un cassette con un grupo de sellos súper pequeños, todo un fiel reflejo de la escena punk en la que empecé en Salamanca. En el último año hemos fichado con La Castanya y ya no tengo que cerrarme los conciertos yo misma, tengo un manager que se preocupa por nosotros y nos deja la libertad de preocuparnos más por la música.
Cuando ya no estás sola añades perspectivas diferentes a las cosas y en ocasiones percibes algunas que molan mucho.
LBM-¿Vuestro éxito sube por el hueco de la escalera? ¿Os esperabais algo semejante a lo que os está pasando? (hablan de vosotros en bastantes medios internacionales, habéis tocado en Austin, tenéis en la agenda un buen número de festivales para este verano…)
Elena– Yo sinceramente no me esperaba tener tanto impacto internacional porque en España ya íbamos un poco encaminados pero que hablen de ti en medios gigantes internacionales es algo maravilloso. La verdad es que ha sido una auténtica sorpresa.
LBM- Y en contra punto, cuéntanos ¿qué es eso del mundo de la música que os hace bostezar?
Elena– Pues me da mucha pereza la homogeneidad de los carteles de los festivales. A veces parece que han hecho fotocopias unos de otros y quitando algunos que apuestan por cosas diferentes los demás son demasiado parecidos. Lo entiendo, porque todo el mundo quiere llenar los recintos pero propuestas como Tomavistas o Sound Isidro, aquí en Madrid, se agradecen.
LBM- Sueles decir que las canciones que escribes tienen un alto componente autobiográfico ¿alguna se te atraganta cuando la tienes que tocar en directo o es una especie de terapia?
Elena– Las verdad es que no. Creo que todos los músicos tenemos un poco de agotamiento de nuestras propias canciones cuando llevamos ya girando bastante tiempo y tocamos una y otra vez los mismos sets, pero nunca por el componente autobiográfico. Cuento cosas que me han pasado, forman parte de mi vida y no puedo borrarlas ya sean buenas o malas.
LBM- Aunque ambos tenéis menos de 30 habéis logrado atraer a público que supera ampliamente esa franja ¿creéis que ser sencillos y sinceros os hace eliminar ese escalón intergeneracional?
Elena– Creo que eliminamos el escalón con el género. Nuestras canciones son indie rock que te transporta directamente a los 90 y hace mucho tiempo que este estilo no estaba en auge. Cuando entro a ver las estadísticas de Spotify, por ejemplo, la media de edad es de 35 para arriba.
«Me da mucha pereza la homogeneidad de los carteles de los festivales. A veces parece que han hecho fotocopias unos de otros y quitando algunos que apuestan por cosas diferentes los demás son demasiado parecidos»
-Elena-
LBM- Siempre te hemos visto tocar con gorra, ¿es un fetiche?
Elena– (Risas) Pues empecé a tocar con gorra en un momento que no recuerdo y me resultó muy cómodo porque como tengo el pelo largo me molesta y con la gorra eliminé el problema. Además nadie se da cuenta de si sudas (risas).
LBM- ¿Qué eso que siempre tenéis que tener bajo control cuando tocáis?
Elena– Pues chequear que todo funcione. Ahora hemos cambiado el set para el disco nuevo y por ejemplo, llevo 3 “amplis”. Si en circunstancias normales uno solo puede fallar, imagina 3 (risas). Además tocamos con claqueta y a veces el directo y la tecnología no se llevan bien. Si todo funciona y todo suena, arrancamos.
LBM- Si tuvieras un poder extraordinario, ¿cuál elegirías?
Elena– Me encantaría que no avanzara el tiempo y vivir eternamente en un momento. Que podría ser este perfectamente (risas).
LBM– ¿Te has tenido que repetir mucho a ti misma este “cálmate” desde que salió el disco?
Elena– Sí, desde que salió el disco y antes. Es muy difícil compatibilizar el tener un grupo activo con trabajar, tu vida personal… a veces consigue volverte un poco loca. A veces es mejor invertir un momento en enumerar las cosas y en saber que si no haces algo no se va a morir nadie. Es una frase que me gusta repetirme a menudo.
LBM- ¿Para bien o para mal?
Elena– Conozco a mucha gente de mi edad con problemas de estrés, ansiedad, etc. A veces la vida nos aprieta demasiado y no ordenamos las cosas por prioridades.
LBM- Y después de los festis… ¿qué nos podéis contar de vuestra Hoja de Ruta?
Elena– Para el otoño ya hemos anunciado que tocamos en el aniversario del Primavera Sound y queremos salir a hacer un tour por Europa. Para el 2020 nuestro objetivo es regresar a USA.