Zahara a mando a estelar. Mando estelar, responda. Y el mando estelar respondió de una manera inimaginable. Mucho antes de que Astronauta se lanzase al vacío, La Riviera se preparaba para el doblete de la teniente Z, colgando el cartel de sold out el viernes y demostrando que el magnetismo del que siempre ha hecho gala no ha mermado en absoluto. Miles de reproducciones en formato digital, un vinilo agotado desde antes de salir al mercado y la edición en CD reposando firmada en las estanterías de sus fans, son los hechos que han vuelto a demostrarle a Zahara que su público es fiel y está deseando conocer todas esas historias cantadas que nacen de su talento.
Viernes, nervios, sorpresas preparadas y el despegue de la segunda fecha de esta gira llegaba por fin. Ignición y Z salía a escena con la emoción rebosando en sus ojos, mirando para ver el reflejo en las ganas de todos los presentes. La teniente no viaja sola, ha sido capaz una vez más de rodearse de una banda que está a la altura de todos sus delirios. Tripulante Perarnau, preparado. Tripulante Cabezalí, preparado. Tripulante Sosa, preparado. Tripulante Pérez, preparado. Todos listos para volar. Así, junto al más marciano, que siempre ha sido David Duchovny, nos lanzábamos a la estratosfera durante las siguientes dos horas.
Acompañada durante toda la noche de un vaivén de músicos amigos que no quisieron perderse este brillante estreno, pudimos conocer de primera mano al talentoso equipo que en Gales grabó Astronauta. La Santa sigue estando muy presente en este viaje y prácticamente desde el primer minuto sus canciones se colocaban en sitio privilegiado dentro del set list. Todas ellas, nuevas y antiguas, sonaban a voz alzada o susurradas con la intensidad requerida en el momento pero sin duda conocidas de principio a fin por los que acompañan a Z. Historias sin música y explicaciones como solo ella sabe relatar también tenían su momento y nosotros imaginábamos la peregrinación de sus fans a Jaraba para colgar en Instagram una foto rezando “adjunto foto del Café Verbena”. Lejos de decir todavía hasta mañana, llegaba el momento más crudo de la noche. Si has asistido alguna vez a un concierto de Zahara ya sabrás que siempre hay una voz (o varias) entre el público que grita pidiendo Con las Ganas. Esa voz siempre recibe una negativa por muchos motivos que ella ya ha explicado, pero en su doblete madrileño la canción maldita ha tenido su momento. Entre lágrimas, las suyas y las nuestras, escuchábamos en completo silencio desgarrarse cientos de corazones.
Para pasar el nudo, la explosión final se adueñaba de la pista de baile y la diva que Zahara lleva dentro, cambio de vestuario incluido, refulgía como la plata. Discotequera, acompañada de sus bailarines bajaba del escenario y terminaba alzada en brazos como una auténtica estrella. Siendo capaz de tocar todas las galaxias de la misma forma que había tocado nuestros corazones.
Autor; Shara Sánchez
Fotos; Carlos Toe