Invitamos a Guego, vocalista del grupo Zico a uno de nuestros bares favoritos en Madrid, el Tiki Room, donde no solo compartimos con él las preguntas que os dejamos a continuación sino un buen rato de música a todos los niveles. Poco a poco nos bebimos a sorbitos, como si de mar se tratase, sus demonios, los nuestros y los fantasmas que rondan a cada una de las personas que esa noche habían caminado hasta el lugar.
LBM – ¿Son las malas artes las que deben morir asesinadas?
Guego – Las malas y las buenas, va un poco de eso. Estoy rodeado de gente que hace cosas muy lindas y hablamos mucho del negocio del arte, de la industria y de todo este tipo de historias y de cómo, al fin y al cabo, está corrompido por el dinero. De eso habla la canción, y de que todo el mundo se cree alguien especial cuando en realidad estamos todos dentro de la misma mierda.
LBM – ¿Os conformáis con no ser alguien vacio?
Guego – No, creo que no. Por eso hacemos música, por intentar llenar esos vacios que siente uno a veces y que creo que no es difícil sentirlo dada la rapidez de las historias, de las vidas, que van pasando. Hoy en día lo medimos todo a través de la tecnología y pensamos que la vida es eso, todo pasa súper rápido. Entonces una manera de intentar atarte a algo, de intentar no correr tanto, de no sentirte tan vacio, es haciendo algo relacionado con el arte. Porque se queda ahí de alguna manera y por lo menos que te vayas de esta vida con eso cumplido de alguna forma, es un pequeño sueño.
LBM – Entonces, ¿qué es para vosotros un ser vacio?
Guego – No sé, para mí un ser vacio es un poco el ciudadano medio. No es que estemos vacios, es que es fácil acomodarse a un ritmo de vida en el cual no tienes que plantearte prácticamente nada, simplemente tener un trabajo, hipoteca, gastos, niños… Es como dejarte llevar, seguir la corriente. He visto a mucha gente que lo ha hecho y cada vez me siento más satisfecho conmigo mismo y con la gente de la que me rodeo. Porque por lo menos somos gente curiosa en ese aspecto, no estamos tan atrapados.
LBM – ¿Qué hago si al rebobinar no encuentro una frase? ¿Echo hacia delante?
Guego – ¡Buscar! (risas) No, muchas veces tienes que buscar hacia atrás y ver que se te ha quedado en el tintero. Eso tiene que ver mucho con hacer canciones: intentar rebuscar en cosas que muchas veces ya has dicho pero que ¿por qué no vas a repetirlo, por qué no vas a repetir lo que has escuchado en otra persona si realmente lo ha dicho como tú quisieras decirlo? ¿Qué tiene eso de malo? No creo que sea nada horrendo. Lo que pasa es que estamos muchas veces con el tema de los originales, cosa que se acabó ya hace muchísimos años en muchos aspectos, pero parece que eso es lo que te tiene que llevar a hacer cosas; cuando en realidad las cosas ya están dichas y lo único que intentas es sacar tus sentimientos y dejarlos volar.
«Cuando temes algo creo que lo mejor es abrazarlo e intentar ir hacia ello de alguna manera. Lo peor es esconderlo, dejarlo pasar, huir… Y hay muchísimas cosas que se arreglan abrazándose, muchas más de las que nos creemos» - Guego -
LBM – ¿Qué es más imposible: destrozar una caja de dolor o prevenirla?
Guego – Es interesante… Cada cosa tiene su parte. Prevenirlo es difícil, es un poco lo ideal, aprender a prevenirlo, intentar que cuando esas cosas te lleguen tengas buenos cimientos y puedas tirar hacia delante con lo que tienes, porque el dolor va a llegar siempre, es parte de la vida. Aunque cada uno llama dolor a una cosa distinta.
Las cajas de dolor hablan de ese lugar donde los dolores se acumulan y muchas veces no tienen salida y a veces es fácil, son como cajas de cartón, con tocarlas se desvanecen. Pero creo que a la vez eso está dentro de la prevención del dolor. Es como un círculo. Hay gente que vive en el dolor continuo porque no sabe hacerlo de otra manera, eso es la pena. Y hay gente que aun teniendo dolor, es capaz de sacarle algo; no sé si se llega a disfrutarlo (hay quienes también lo disfrutan), pero aprendes y te hace prevenir otros dolores gratuitos más adelante.
LBM – Si vuestros demonios son entrañables y les gusta tomar el sol, ¿por qué no llamarles caracoles?
Guego – Pues porque la pianista odia los caracoles, por ahí no podría entrar (risas). Pero sí, sí, en realidad ¿por qué no llamarles “caracoles”? Se podría llamar así… pequeñas capsulas en las que intentamos llevar cosas nuestras y las paseamos por ahí lo más lentamente posible. Somos gente bastante tranquila. Me gusta, me gusta la comparación. ¡A mí me encantan los caracoles!
LBM – Top cinco de canciones para dar ese paseo de vuelta a casa sabiendo que el trabajo está bien hecho.
Guego – Con esto tengo un pequeño problema y es que nunca miro los títulos de las canciones. Te voy a decir intérpretes, que me viene mejor.
Un artista que me relaja y me hace estar a gusto en casa es Elliott Smith, cualquier disco suyo. Me parece un tío súper interesante y aun sin entender cosas de sus letras porque no controlo mucho el inglés, se ve que canta con toda la fuerza, con todas las ganas y con todos los nervios del cuerpo. Entonces siempre lo tengo por ahí.
Después, en mi ciudad hay un chico que se llama Chencho Fernández que ahora graba discos y para mí es uno de los grandes por descubrir todavía. Tiene una canción que se llama “La estación del Prado” que me parece una obra maestra de la canción de autor rock. Me encantan ese tipo de historias que están escondidas, que nadie conoce pero que tienen la misma calidad que cualquiera de las que puedes escuchar en toda la historia. Ese tío también me hace sentir eso y esa canción en especial.
A veces no es pop ni rock. Por ejemplo Satie me fascina. Me parece un poco lo que yo intento hacer con mis canciones pero en otra dimensión, en otro registro que es sencillez y ya está. Intentar buscar la belleza con la sencillez de alguna manera. Me parece sublime. El otro día vi una peli donde la banda sonora era de él y era muy, muy buena.
Alguien que me pone los pelos de punta aunque esto ya es antiguo y es local aunque también se abrió en los 70 es Triana, cualquiera de sus canciones. Me emociona bastante y también me hace sentir que vuelvo a casa. Podría escucharlo en cualquier sitio del mundo y me transmitiría estar en cualquier barrio de Sevilla. “Abre la puerta”, por ejemplo, o cualquier canción de ellos. Es alucinante que se pudiera hacer eso en ese momento. Y no se ha vuelto a repetir, eso se quedó ahí.
«Los ángeles» de Antonio Luque, de Sr. Chinarro. No sé porque cada vez que la encuentro me sobrecoge, siempre me dice algo. Es una canción muy chula y la tristeza que tiene me gusta. Quizá me identifico más con gente así que con grupos grandes, me emociona más.
LBM – ¿Pedir y esperar pueden convivir en un espacio de 70 metros cuadrados?
Guego – ¡Sí! Es más, eso es más bien convivir (risas).
LBM – ¿Y en un disco de nueve temas?
Guego – Se hace corto, quizás. Es como que te pide un poco más, esa fue mi sensación al tiempo de acabar, que faltaban temas. Pero era lo que teníamos en ese momento y no sabíamos si sacar un EP más largo, un LP más corto… Así que al final nos enrollamos con lo que teníamos, faltaba algún tema más que se quitó… y estamos contentos. Vamos a exprimirlo todo lo que podamos y el próximo será más largo.
LBM – ¿Y qué pedís y que esperáis?
Guego – Lo que venga. Están viniendo cosas y aunque son pequeñitas, son bienvenidas siempre. Estamos contentos porque siendo el primero de una banda que no conoce nadie, con temas personales donde intentas hacer algo propio sin meterte en modas sino haciendo lo que te sale sin pensar en nada más… pues estamos contentos. Todo lo que venga es bienvenido.
LBM – ¿Abrazar a los fantasmas es una buena manera de hacerlos marchar?
Guego – Sí, creo que es la única. Cuando temes algo creo que lo mejor es abrazarlo e intentar ir hacia ello de alguna manera. Lo peor es esconderlo, dejarlo pasar, huir… Y hay muchísimas cosas que se arreglan abrazándose, muchas más de las que nos creemos. No sé si eso se aprende de pequeño o con el tiempo, pero en las cosas de la vida diaria, abrazando se consiguen muchas cosas. Yo las más importantes las he conseguido así. A veces no te queda otra que coger el toro por los cuernos, sino te va a perseguir toda la vida y no es muy agradable estar siempre entre fantasmas.
LBM – ¿Cuál es el truco para recomponer un sueño hecho trizas y sacarse las astillas?
Guego – No sé, tiene que haber millones de maneras. Yo creo que cada uno haciendo lo que le gusta y poniéndole pasión. Creo que eso cura un montón de cosas. Con el tiempo uno va madurando, va viendo por donde tirar e igual que los fantasmas, las astillas se pueden ir sacando, o por lo menos que duelan menos; hay algunas que no saldrán en la vida, pero lo importante es convivir con ellas y saber que tú eres tú con esa astilla. Y muchas veces no nos damos cuenta de eso. A todos nos pasan cosas y tenemos que convivir con ellas. Creo que la vida te enseña a ir reconstruyendo sueños y aunque algunos se rompan eso es parte de crecer.
LBM – Cuándo uno sabe naufragar y ha pegado muchos sorbitos de mar, ¿es el momento de remar hacia tu destino con más fuerza y determinación?
Guego – Una vez un cantante me dijo que lo de “saber naufragar” no podía ser. Es verdad, realmente uno no sabe naufragar. Cuando naufragas de alguna manera tiene que salir de dentro lo más primario y jamás sabe uno naufragar; primero porque es algo que no te esperas.
Pero creo que se van aprendido cosas y si te vuelve a pasar tienes donde agarrarte para intentar llegar a la orilla o para quedarse en alta mar, lo que cada uno prefiera. Yo creo que con el tiempo uno va eligiendo para donde quiere ir tirando y estás menos expuesto al que dirán o a lo que se supone que tienes que hacer, eres más libre. Entonces uno va aprendiendo a naufragar porque ya ves el naufragio donde has estado antes y sabes dónde está la playa a la que quieres ir y donde están las cosas a las que no quieres ir.
LBM – Recomendación musical de Zico.
Guego – Tengo uno que ya he comentado en alguna entrevista: en Sevilla hay un grupo que se llama Midi Puro. Hicieron alguna colaboración con Sr. Chinarro y tienen un par de EPs. Ahora mismo no están haciendo nada con la música y me parece uno de los grandes grupos indies que tendría que estar por ahí dando vueltas. Espero que algún día graben disco. Me parecen geniales. El guitarra que está con nosotros toca con ellos y Nadia la pianista ha tocado con ellos en algún concierto. Me parecen súper interesantes. Creo que se pueden escuchar en Internet.. Siempre que me los encuentro les pregunto cuándo van a volver a empezar, pero ahora están con otras historias y de momento no se ponen con esto.
Gracias especiales a la gente del Lunch Box & Tiki Room, porque pasamos grandes ratos allí hablando de música, y disfrutando de personas.