Aztlán, el nuevo disco de Zoé, ha irrumpido en este 2018 con la intensidad que caracteriza a la banda mexicana. Tras sus muchos años de trayectoria musical, logran reafirmar su universo en el sonido que les ha encumbrado y continúan dotando sus canciones de ese aura mágica que siempre nos atrapa.
Durante este mes de julio llega la esperada cita con los fans en nuestro país y nosotros, ávidos de reencontrarnos con ellos, no dejamos pasar la oportunidad de hacerles unas preguntas sobre ese Dios llamado Aztlán.
LBM- ¿El sexto álbum llega en una ola envuelto de espuma o ha costado mucho construirlo?
Sergio– La verdad es que ha llegado en una ola de espuma. Sencillo y ornamentado.
LBM- ¿Una canción bonita como Azul ayuda a pintar las cosas malas de otro color?
Sergio– Sí, además el azul es un color lleno de “blues”. Es el color de la melancolía.
LBM- ¿Cuánto dura un mal?
Sergio– En México por suerte no duró los cien años (risas).
LBM- ¿Hay que hacerle siempre caso a mamá?
Sergio– ¡Nooo! (risas) Aunque ahí tenía razón.
LBM- Tras esta larga trayectoria, ¿consideráis que Zoé ha logrado construir su propio mundo donde todo tiene sentido?
Sergio– Somos una banda afortunada en ese sentido. Tenemos un universo propio donde nuestro público alcanza una conexión emocional con la música y, también con las letras, que va más allá. Todos valoramos mucho las letras de León, nos parece muy hermoso que cada uno interprete las canciones y las haga suyas.
LBM- ¿Qué es lo que mejor combina con el hielo de tu corazón… una michelada, un margarita?
Sergio– La frivolidad. Bueno, también un clamato con mucho hielo del corazón (risas).
LBM- ¿Cuáles son los grandes amores de Zoé, los cotidianos o los de película?
Sergio– Pues tal vez al 50%. Lo cotidiano es importante en nuestras vidas, pero la ficción, ya sea literatura, cine, imaginación, ficción… es algo que forma parte de nosotros, siempre nos ha gustado mucho. Digamos que nos movemos en la delgada línea que las separa. Somos grandes fans de la ciencia ficción y además siempre la vemos ligada a la psicodelia.
Somos una banda afortunada en ese sentido. Tenemos un universo propio donde nuestro público alcanza una conexión emocional con la música y, también con las letras, que va más allá.
-Sergio-
LBM- ¿Que los dioses son más sabios que el tiempo y la distancia es verdadero o falso?
Sergio– Yo creo que el tiempo es más sabio que todos y lo demuestra (risas).
LBM- ¿La velocidad, superficialidad y temporalidad de las cosas actualmente produce temor y temblor?
Sergio– No necesariamente. Ese título ya existía en un texto que estaba leyendo León antes del seísmo y fue algo premonitorio. A la semana tembló México. Ha sido uno de los eventos más convulsivos que ha sacudido a nuestro querido país. El temblor no es solo la representación física de lo que ha ocurrido allá, sino es un poco todo lo que ha hecho que se tambalease el país (política, violencia…) y como colofón final lo hizo físicamente.
Nosotros somos conscientes de donde vivimos y a día de hoy por lo menos con las elecciones tenemos la ilusión de un final feliz. Esperamos que empiece un proceso de cambio que sabemos que va a tomar mucho tiempo, pero que al fin está en marcha. Creemos en una figura después de muchos años.
LBM- Si tu yo del futuro viaja al pasado para darte dos consejos; ¿cuáles serían?
Sergio– (Risas) Ponte a surfear y no fumes tabaco.